Eduardo Comesaña: “Tenemos 800 socios de todo Vigo y el área, es un orgullo”

Eduardo Comesaña suma 20 años al frente del Centro Cultural de Cabral, en el barrio de Becerreira, donde la actividad vecinal no hace más que crecer año a año.

¿Cómo ha sido este año para el Centro Cultural de Cabral?

Muy bien. Estamos terminando el año y aún nos quedan actividades por realizar. Hemos incorporado a mediados de octubre la fiesta de los callos por primera vez y fue una gran sorpresa. Para ser el primer año, logramos vender 400 raciones de callos y 100 de churrasco. Y dentro de todas las actividades que tenemos, podemos destacar la banda de música o el baile moderno, donde tenemos 150 personas y tenemos que repartirlas en diferentes aulas. En general, está siendo un año muy bueno para nosotros.

¿Participa mucho la gente de Cabral en las actividades?

Sí. Nada más abirmos las puertas los martes es casi una invasión de gente. También tenemos 5 equipos de fútbol sala y hay días en los que coincide todo y es un poco una locura. De hecho, estamos gestionando con el Ayuntamiento para hacer un aparcamiento porque ahora tienen que aparcar en la carretera y parece que eso va a ir para adelante.

Lleva ya 20 años al frente de este centro cultural. ¿Qué le motiva a seguir apostando por dirigir esta infraestructura tan vital para la parroquia?

Los que estamos en la directiva perdemos muchas horas sin cobrar un duro y hacemos un trabajo muy importante para la parroquia. Llevo como presidente desde 2005 pero estuve en todas las directivas desde que nació el centro cultural en 1986. Lo que me mueve más es hacer actividades tanto para los niños pequeños como para las personas mayores. Luego hay un público intermedio que se escapa más de la parroquia hacia el centro de la ciudad, pero para nosotros es un orgullo organizar actividades para los niños y los mayores. Cada año hay más gente que participa en ellas y para nosotros eso es lo mejor.

Es una manera de juntar a la parroquia, ¿no?

Sí, pero también tenemos a mucha gente de fuera. Tenemos 800 socios y además de gente del barrio vienen personas de todo Vigo, de Porriño, A Guarda... Muchos vienen por primera vez, quedan contentos y llaman a otros. Sobre todo actividades como las excursiones, la romería del Pan de Millo, el baile de reyes... No son sólo para la parroquia, sino para todo el mundo que quiera.

¿Cómo se mantiene una fiesta con tanta solera como la romería del Pan de Millo sin perder ese interés?

Cuando empezó la romería éramos 4 personas y poquitos kilos de pan, y a día de hoy la de kilos que movemos son muchísimos. Y la fiesta se mantiene porque quedó marcada como otras tan emblemáticas como San Roque, se hace siempre el último domingo de agosto y la gente acude casi sin necesidad de que hagamos publicidad. Vienen familias enteras, traen sillas e incluso se tumban en el suelo con manteles. Además, hace dos años le dimos un cambio porque era un gran trabajo montar la fiesta. Contratamos a una persona que monta la cafetería y nosotros vendemos el producto. Él hace también churrasco, sardinas y pulpo y a cambio hay más mesas que antes. Y la gente está muy contenta. Por eso vamos aguantando la fiesta, buscando cambios que mejoren la actividad.

¿Se nota en Cabral el tirón de la Navidad?

En la zona de abajo, en Ponte de Cabral, en los comercios se nota mucho más actividad. Pero en nuestra zona, en Becerreira, ya no se nota tanto. Pero nosotros intentamos hacer mucha programación en Navidad para quien no quiera bajar hasta el centro a ver un grupo o un espectáculo.

¿Tienen pensado introducir alguna novedad el año que viene?

La idea es seguir más o menos con lo mismo. Una de las cosas que cambiamos últimamente fue el baile de la noche de reyes. Teníamos uno de fin de año y dejamos porque la gente se va al centro ese día. Y el de reyes lo movimos al día 6 por la tarde y es un éxito total.