Carlota Salgado: “Tenía opciones de medalla, pero no esperaba la plata”
La viguesa Carlota Salgado es subcampeona de España sub-20 de heptatlón
Carlota Salgado (Vigo, 25 de noviembre de 2005) obtuvo este verano la plata en el Campeonato de España sub-20 en la prueba de heptatlón, unas semanas antes de mudarse a Estados Unidos para enrolarse en la Universidad de Belmont, en la ciudad de Nashville. La entrena David Gómez, pese a que su padre, Alberto Salgado también es entrenador. Comenzó a los ocho años en el mundo del atletismo.
¿Cómo sentó la plata?
Para mí fue bastante sorpresa. Iba con la cuarta mejor marca entre las inscritas y optaba a medalla, pero no pensé que pudiera terminar en la plata. Suponía que podía estar con unos 4.700 puntos, que serían para luchar por el bronce. Sin embargo hice 4.900 y me dio para la segunda posición. La primera jornada fue buena, me dio tranquilidad, pero también estaba algo nerviosa. El parón entre el día inicial y el segundo me cuesta. Tiendo a ponerme nerviosa. Ahora me pongo menos, pero siempre tengo esa tensión de lo que puede pasar.
Mejoró su marca, ¿lo esperaba?
Esperaba cierta mejoría, pero no tanta. La marca de las vallas no la preveía. Comencé bien el año, pero en junio me atranqué. Y fue llegar al Campeonato de España y que me saliera una marca tan buena me dio confianza para las siguientes.
¿Cómo se enfrenta el 800 metros?
Yo antes me ponía mucho más nerviosa antes de empezar. Ahora lo controlo un poco mejor. Es mucha tensión. Justo cuando te pones a correr es mejor, pero los minutos antes son terribles. Esta vez no noté tanto el cansancio porque llevaba mucha adrenalina con lo que podía conseguir. Pero sí que, en otras pruebas, llegaba bastante justa. Lo que tienes que hacer es intentar descargar las piernas lo máximo posible con el ‘roller’ o mediante masaje para estar lo más fresca posible.
¿Cómo nota las sensaciones en competición?
Cuando estoy en carga, llegó a casa y estoy destrozada. Y este año más porque estudié bachillerato y, al terminar ese mes de carga, tengo que ir al fisio porque no puedo más. En la competición es un poco diferente porque me siento mejor, ya que llego descargada. Me noto más fresca que en las semanas de entrenamiento, aunque sí que se va notando el cansancio con el paso de las pruebas.
¿Cómo es estudiar bachillerato y entrenar?
Soy bastante exigente y me gusta sacar buenas notas. Quiero alcanzarlas y en el primer trimestre me agobié mucho. Después, cuando tenía certificada la beca para Estados Unidos, fue mejor porque eso me llevó a calmarme más. La temporada al aire libre resultó mejor. Estaba más tranquila y es necesario porque, al ser de pruebas combinadas, entrené seis días a la semana con sesiones de hasta tres horas. Es mucho tiempo y que no lo tengo para poder estudiar.
Si los atletas ya escogen ir a Estados Unidos por la facilidad que hay para compaginar, en su caso es todavía mayor esta ventaja.
Allí te adaptan los horarios a las competiciones. Y, por ejemplo, si hay un examen y te coincide, lo pueden cambiar. También los entrenamientos y las clases se compaginan. En mi caso, me contactó una agencia de intermediarios para ir allá y lo estuve pensando. Olaia Becerril, que la entrena mi padre, está allí y la tenía como ejemplo. Tuve alguna reunión con la agencia, pero quedó en el aire. Hace un año, me lo planteé más en serio e hice un examen para ir, que es obligatorio. A continuación, opté por buscar universidad por mi cuenta, sin intermediario. Esto tiene como parte positiva que puedes escoger la universidad, pero también es más complicado entrar porque tienes que ser tú misma la que contacte con los centros y los entrenadores. Tienes que hacer todo el proceso de solicitud y visado. Aún así, lo conseguí llevar bastante bien y estoy contenta con el entrenador que me tocó. Creo que debes buscar el que más interés tenga en ti. Al final, eres como un producto y lo que buscan es que rindas para su universidad. Si un preparador no muestra interés, ya va a darle bastante igual el cómo puedas estar allí. Y éste sí que se preocupó bastante.
Se va a un estado del sur, que creo que también influyó.
No es la costa, que me hubiera gustado más, pero sí que está más al sur que otros. Por otra parte, a la universidad que voy yo, tenemos pista cubierta y apenas estaré al frío. Es positivo. Voy a estudiar ingeniería física. Siempre me gustaron las ciencias, hice el bachillerato de esa rama y era lo que más me gustó. Aún así, en el primer semestre, no tengo muchas materias relacionadas con eso, pero después habrá más.
A nivel de atletismo, ¿cómo se organizará?
Como deportista de pruebas combinadas, haremos pruebas individuales y, después, pentatlón en invierno y heptatlón en verano. Haré uno o dos. Es lo que está establecido. Hay otra atleta española allí y ya me dijo que está contenta.
¿Se ve con opciones de ser atleta profesional?
Para llegar a ese punto hay que tener mucho más nivel del que tengo yo ahora. Pero puede pasar cualquier cosa. Es una ilusión que tengo ahí.
Su entrenador es David Gómez, a pesar de que su padre es entrenador de atletismo aquí.
Mi padre me da consejos, aunque soy bastante testaruda. Le termino haciendo caso. Él es entrenador de saltos y hay ciertas pruebas que no me podría preparar. Pero sí que me ayuda y también me da algún masaje de vez en cuando. Fui yo la que escogió hacer heptatlón y, además, no me veo entrenando con mi padre. Sí que lo admiro mucho como preparador, pero al ser familia puedes llegar a confundir algunos aspectos. Prefiero que me pueda aconsejar y tengo un entrenador bueno como David Gómez, que es olímpico, y es el ideal para combinadas.
¿Qué relación tiene con la jabalina?
Este año creo que avancé un poco y tengo una relación mejor con ella. Pero hace un par de temporadas me peleaba mucho más. Creo que ni me pinchaba en el césped al lanzarla. O la podía pinchar en el pie. David me dice que tengo mucha mejor técnica que algunos lanzadores y que será cuestión de tiempo, que la marca vendrá cuando tenga que venir. En el Campeonato de España fui segunda gracias a la jabalina porque la tercera hizo una peor marca que yo.
¿Qué prueba le gusta más?
Si me llegas a decir el año pasado, te diría que la altura. Pero esta temporada tuve muchos problemas con ella y creo que la longitud es la preferida. Disfruté mucho en esa y también la de 200 metros. Que es como el final del primer día e irse a descansar ya. A casi todos nos suele gustar más la que mejor se da. Aunque es cierto que va variando la preferencia.
Con un padre entrenador, empezó pronto en el atletismo.
Creo que fue a los ocho años. Mi padre no quería que empezase tan pronto, pero aproveché a que un amigo se anotó y ya entré con él. Desde ahí sigo. Pasé por baile y patinaje, pero fue esto lo que más me gustó desde el inicio. Él no quería que comenzase rápido por si me cansaba pronto del atletismo. Por ahora, es una de las cosas que no me cansan.
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