El diseñador británico John Galliano, procesado por injurias racistas y antisemitas, se retrató ayer ante el Tribunal Correccional de París como un adicto rehabilitado que no recuerda los insultos que se le reprochan porque estaba embotado por una mezcla de alcohol y pastillas. 'Aún no me recuperé del todo, pero estoy mucho mejor', confesó en inglés el modisto.El 'enfant terrible' del universo de la moda, que llegó escoltado por un guardaespaldas, explica que el Galliano borracho racista es 'un cascarón vacío' en el que no se reconoce a sí mismo. El modisto se enfrenta a una pena máxima de hasta a seis meses de cárcel y a