El volcán de La Palma muestra claras señales de agotamiento

Los científicos establecen un plazo de diez días sin incidencias para dar por finalizada la erupción

Agencias

Publicado: 16 dic 2021 - 00:07 Actualizado: 16 dic 2021 - 11:48

Dos personas observan el volcán de Cumbre Vieja, en La Palma.
Dos personas observan el volcán de Cumbre Vieja, en La Palma.

La falta de actividad volcánica desde el lunes por la noche, verificada tanto en las pautas observables como en las mediciones en los sistemas de vigilancia, corrobora el agotamiento del volcán de La Palma, pero los científicos establecieron un plazo de diez días sin incidencias para dar por finalizada la erupción. A la ausencia de señales eruptivas de los dos últimos días en cuanto a emisión de lava, sismicidad, tremor y deformación del terreno, se sumó el indicador que faltaba para corroborar la buena evolución de la crisis volcánica: las emisiones de dióxido de azufre en el penacho, que desde el martes a partir de las 14.00 horas registraron por primera valores extremadamente bajos.

El hecho de que finalice la erupción no quiere decir que haya terminado la emergencia. El acceso a las zonas cercanas a las coladas y el regreso de los evacuados a sus casas requiere un “periodo de seguridad”, puntualizó María José Blanco, portavoz del comité científico del Pevolca. Miguel Ángel Morcuende, portavoz del comité técnico, indicó que los vecinos podrán regresar a sus viviendas “en un futuro más o menos cercano, pero no va a ser en breve”. “Estamos estudiando y monitoreando las variables para que no haya problemas a la hora de volver con seguridad”, indicó.

El portavoz hizo un insistente llamamiento a las personas que accedan a las zonas evacuadas por razones de limpieza de las casas u otros motivos para que tengan especial cuidado con la presencia de gases, sobre todo monóxido y dióxido de carbono en lugares como garajes subterráneos, cuevas, sótanos o bodegas. Es importante no entrar en zonas subterráneas sin estar acompañados de personal del Pevolca con medidores de gases, así como abrir ventanas y ventilar las edificaciones en superficie antes de acceder a ellas, sobre todo en la zona sur de la emergencia volcánica, insistió el portavoz.

Morcuende facilitó las últimas mediciones sobre la superficie afectada por la crisis volcánica y confió en que sean los datos definitivos: las coladas ocupan 1.198 hectáreas, que suben a 1.221 si se incluye el cono volcánico; los dos deltas lávicos suman 48,02 hectáreas, de ellas 5,05 correspondientes al delta más al norte; y la anchura máxima cubierta por coladas es de 3.350 metros.

TEMPERATURA A LA BAJA

A partir de dos imágenes térmicas de la zona de coladas cercanas al cono tomadas el martes y ayer, Morcuende indicó que la temperatura superficial bajó, pero se mantiene por encima de 400 grados, lo que significa que aún transcurrirá tiempo hasta que se enfríe el terreno. María José Blanco explicó que aún queda un remanente de lava circulando por los tubos volcánicos y en algún punto concreto también por la superficie, si bien se observa en áreas cada vez más alejadas del cono.

“No hay constancia de flujo de lavas desde la base occidental del cono principal a partir de salideros volcánicos. En el delta lávico de la zona de Las Hoyas la colada que discurría sobre lavas anteriores se detuvo. La actividad fumarólica es puntual y esporádica”, detalla.

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