El verano de 2025, uno de los dos más calurosos en España

El verano de 2025 se confirma como uno de los dos más cálidos en España desde 1961, junto al de 2022, con temperaturas entre 1 y 2 grados por encima de lo normal, según la AEMET. Ambos superan al “histórico” verano de 2003 en más de medio grado. También resultó más seco, con apenas tres cuartas partes de la lluvia habitual, aunque con tormentas puntuales en julio.

Eltiempo.es calcula que la temperatura media alcanzó los 24,7 ºC frente a los 24,6 ºC de 2022, “2,1 ºC por encima de lo normal” en el periodo 1991-2020. Estos datos “evidencian” que no estamos ante “el calor de siempre”. En cuanto a precipitaciones, mientras en el noreste fue “normal”, en el sur, centro y oeste se registró un verano de ligeramente seco a muy seco, con anomalías del -40% al -65% en Vigo, Pontevedra o Lugo. En Castellón, por el contrario, llovió un 135% más de lo normal.

En el análisis mensual, junio fue “de récord”, el más cálido registrado, con valores propios de julio. Julio ofreció la “sensación de haber tenido un verano fresco” en su segunda mitad, aunque fue “un espejismo”, ya que agosto confirmó un verano “de los intensos”. La ola de calor del 3 al 19 de agosto figura como la tercera más larga en España y “la más intensa” desde los años 70.

Las anomalías más marcadas se observaron en Ourense (+2,9 ºC), Vigo y Pontevedra (+2,7 ºC), o Lleida, mientras que en Andalucía fueron menores, con “apenas” +1,4 ºC en Córdoba. Granada encabezó el aumento de máximas con +3,7 ºC y Barcelona el de mínimas con +2,6 ºC. El conjunto de registros confirma que 2025 está “lejos de lo normal” en comparación con cualquier periodo anterior.

Un otoño poco común

Sobre el otoño, AEMET prevé un 60-70% de probabilidad de temperaturas más altas de lo normal en la Península y Baleares, y un 50% en Canarias. Para las lluvias, estima un 45% de probabilidad de menos precipitaciones en el oeste, centro y Canarias, sin tendencia clara en el este y Baleares. La agencia recalca que la tendencia es hacia otoños más cálidos, con una probabilidad muy baja (solo del 10%) de que resulte más frío de lo normal.

Este escenario confirma que los episodios de calor extremo son cada vez más frecuentes, más duraderos y más intensos. Según eltiempo.es, las anomalías se notaron tanto de día como de noche, lo que incrementa los riesgos para la salud. Los datos muestran que 2025 no solo ha sido excepcional en términos de temperaturas máximas, sino también en las mínimas nocturnas, dificultando el descanso y aumentando la presión en los sistemas sanitarios.

Además, las diferencias regionales ponen en evidencia la desigualdad en el reparto de las lluvias, con áreas del sureste peninsular que recibieron más agua de lo habitual frente a la sequía en Galicia, Castilla y buena parte de Andalucía. Este contraste marca un reto adicional para la gestión del agua y la planificación agrícola. Tanto la AEMET como eltiempo.es coinciden en que la señal del cambio climático es clara y que lo registrado este verano se sitúa fuera de los patrones habituales observados en seis décadas.