La vacuna prometedora para pacientes con cáncer de riñón
El fármaco activa células T, mantiene su efecto hasta tres años y muestra potencial en tumores
Un ensayo clínico en el Instituto de Cáncer Dana-Farber (EE.UU.) ha mostrado resultados prometedores en el tratamiento del carcinoma renal de células claras en estadio III o IV con una vacuna personalizada contra el cáncer. Los nueve pacientes tratados generaron una respuesta inmunitaria efectiva y, después de 34,7 meses de seguimiento, todos permanecen libres de cáncer. “Estamos muy entusiasmados con estos resultados, que muestran una respuesta tan positiva en los nueve pacientes con cáncer de riñón”, afirmó Toni Choueiri, director del Centro Lank para el Cáncer Genitourinario en Dana-Farber.
Las vacunas, desarrolladas con tecnología NeoVax, fueron administradas tras la cirugía para entrenar al sistema inmunitario a eliminar células tumorales remanentes. Se diseñaron de manera personalizada, utilizando características moleculares del tumor extraído para generar una respuesta específica del sistema inmunológico. La doctora Catherine Wu, coautora principal del estudio, destacó la importancia de la colaboración entre el equipo de NeoVax y el Instituto Broad del MIT y Harvard: “Estamos encantados de informar estos resultados”.
El tratamiento estándar para este tipo de cáncer es la cirugía seguida de inmunoterapia con pembrolizumab, aunque cerca de dos tercios de los pacientes sufren recurrencia. “Los pacientes con cáncer de riñón en estadio III o IV tienen un alto riesgo de recurrencia”, recordó Choueiri. “Las herramientas que tenemos para reducir ese riesgo no son perfectas y estamos buscando más”.
El ensayo mostró que la vacuna inducía una respuesta inmunitaria en tres semanas, multiplicaba por 166 el número de células T y mantenía altos niveles de estas células hasta tres años después del tratamiento. Los estudios in vitro también demostraron que las células T inducidas por la vacuna eran activas contra las propias células tumorales del paciente. Además, los efectos secundarios observados fueron leves, limitándose a reacciones locales en el lugar de la inyección y síntomas similares a los de la gripe.
Los investigadores consideran que estos resultados “respaldan la viabilidad” de la terapia, incluso en tumores con menor carga de mutaciones, como el cáncer de riñón. Sin embargo, advierten que se necesitan estudios más amplios para confirmar su eficacia clínica.
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