Tato Vázquez Lima: "Salvar la Semana Santa suena a broma"
Sociedad
El presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias, "harto" de la estrategia contra el virus
El presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), Tato Vázquez Lima, confiesa estar muy harto del “ninguneo” a su servicio, que se sirve de voluntarios, y de la estrategia para plantar cara al virus, sobre todo de “las bromas de mal gusto”. Salvar la Semana Santa “suena a eso”, dice el también jefe de Urgencias en el Hospital del Salnés (Pontevedra), y arriesgarse a la desaparición de su servicio por no existir esta especialidad en España le parece una cosa “kafkiana” que Europa observa estupefacta, pues este problema solamente se da en España y en Portugal.
Los MUE, según defiende el titular de la sociedad científica que los agrupa, son médicos polivalentes, que asumen funciones de otros niveles asistenciales, que llevan a cabo técnicas médicas complejas y que aguantan altísimos niveles de estrés, enfrentándose a escenarios críticos y trabajando contrarreloj.
Ello exige el máximo nivel de preparación, pero no hay diseño curricular alguno al respecto en la formación MIR. Pese a todo, defienden que trabajan 24/7, los 365 días del año.
¿Cree que se resolverá la anomalía de la inexistencia de la especialidad MUE?
Es una competencia exclusiva del Ministerio de Sanidad. El motivo por el que no escucha es uno de los enigmas de este país. Es una recomendación de todos los países europeos. El Congreso y el Senado hace tres años aprobaron por unanimidad instar al Gobierno a su creación con carácter urgente. La razón por la que no se ha hecho se me escapa. A lo mejor somos un poco "quijotes" y nos dedicamos a muchas palabras y pocos hechos. Yo estoy, aparte de cansado, tremendamente confundido con nuestros dirigentes.
¿Confía en una pronta solución?
Nosotros, como sociedad científica, cada vez que un ministro de Sanidad toma posesión, ese mismo día tiene un dossier de 150 páginas encima de su mesa recordando que esto hay que solucionarlo. Carolina Darias llevó un recordatorio de que su antecesor, Salvador Illa, lo prometió. Yo solo espero que alguna vez nos escuchen antes de que nos quedemos sin servicios de urgencias en este país y tengamos problemas.
¿Cómo recibe su colectivo la esperanza de poder salvar la Semana Santa?
El porcentaje de ocupación de críticos debe estar por debajo del 5% y estamos cerca del 50. La incidencia acumulada a 14 días para hablar de riesgo extremo pasa por tener más de 250 casos por cada cien mil habitantes y estamos próximos a los 800, cierto es que bajando, pero desde el pasado verano no hemos bajado de los 200. Así que suena a una broma de mal gusto. Lo hemos visto. Aprendamos un poco. ¿Qué ha pasado en Navidades?
¿Cree que se han normalizado las cifras de fallecimientos?
Tengo una sensación rarísima, la de que nuestros dirigentes han normalizado las cifras de muertes, de gente con nombres y apellidos. Y eso es perder el contacto con la realidad y vivir en una nebulosa. La estrategia de convivencia con el virus es una estrategia fracasada. Hay que ir a la aniquilación. Y eso pasa por vacunar como una motoreta.
Enfermeras jubiladas ayudan en la vacunación
Unas 50 enfermeras jubiladas o prejubiladas de los hospitales del Mar y Sant Pau de Barcelona se han reincorporado al trabajo para vacunar a sus compañeros contra la covid-19 para evitar que otras profesionales en activo deban asumir dobles turnos o dejar el trabajo de atención a la pandemia.
En Sant Pau, la vacunación contra la covid-19 se ha convertido en un momento de alegría para muchos de sus profesionales sanitarios porque la treintena de enfermeras que se han ocupado de administrar las vacunas son personal prejubilado de este centro que, en algunos casos, han sido maestras, compañeras y amigas de los vacunados.
"Han sido como agua bendita", aseguró el doctor Rafael Padrós, responsable del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de Sant Pau y coordinador del proceso de vacunación de la covid a todos los empleados de este hospital. Por su parte, Glòria Casajús, una de las enfermeras reincorporadas en Sant Pau para vacunar, explicó que "nos hemos ofrecido pero con sentido común. Hace poco que nos hemos prejubilado y estamos ágiles, pero no nos podemos poner en primera línea en una UCI", razonó Casajús.
Por otra parte, en el Hospital del Mar, fueron 16 las enfermeras jubiladas que se han reincorporado para vacunar a sus antiguos colegas de hospital. Entre ellas, la enfermera jubilada de forma parcial Rosa Balaguer, que ha vuelto a este centro hospitalario barcelonés a vacunar a sus compañeros después de ayudar en la reorganización de la UCI durante la primera ola. "A nivel personal, ha sido un regalo" poder participar indicó Balaguer.n
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