El sexo, actividad física “moderada” que consume de media 100 kilocalorías
Es común oír que la actividad sexual, practicada de manera consentida, es buena para la salud en general, que provoca reacciones emocionales de placer y relajación, y que además es una poderosa herramienta para aumentar los niveles de oxitocina, la llamada hormona del amor, pero... ¿y qué más? ¿Podemos hablar del coito como de un buen ejercicio físico que nos ayude a quemar calorías y mover el esqueleto? ¿Pero tanto, tanto como para prescindir del gimnasio?
La respuesta nos la dan desde el Departamento de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de Almería, con un estudio publicado en la revista Archives of Sexual Behavior. La investigación parte del concepto básico de que la actividad física es toda acción o actividad que implica movimiento musculoesquelético voluntario y conlleva un gasto energético. Atendiendo a esta definición, la actividad sexual se puede considerar como una actividad física, al igual que se considera como tal salir a dar un paseo, bailar o subir escaleras, explica José María Oliva Lozano, docente e investigador de esta Universidad.
Por el momento y a la luz de los datos disponibles, la conclusión principal, afirma Oliva, es que se puede calificar al coito como una actividad física moderada, que puede generar un gasto medio de energía de aproximadamente 100 kilocalorías. Los datos de las investigaciones analizadas arrojan además que las frecuencias cardíacas medias se situaron entre 90 y 130 latidos por minuto y las máximas llegaron hasta 170 latidos por minuto. Una persona normal suele tener en reposo entre 60 y 70 pulsaciones por minuto
Pero no hay que olvidar que en estos resultados entran un sinfín de variables: la duración del coito, las posiciones que se adopten, la edad, el estado de salud... En los estudios se dice que la duración media más alta alcanzaba los 32 minutos en participantes sanos mientras que caía a 18 minutos en aquellos con enfermedad cardiovascular.
Oliva apunta que el estudio más reciente, publicado en 2013, concluyó que la intensidad de las relaciones sexuales también puede ser moderada o vigorosa. La conclusión, señala el experto, es que hay que seguir investigando en este tema porque hay pocas investigaciones que combinen análisis cinemáticos y fisiológicos, pero se puede afirmar que el coito puede considerarse una actividad física para la salud.
Pero, de momento, si se quiere adelgazar se precisa de una actividad más vigorosa que ayude a quemar más calorías.
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