Ruptura real: Felipe VI excluye a su padre del 50 aniversario

El rey Felipe VI conmemorará los 50 años de la restauración de la monarquía con actos institucionales en el Congreso de los Diputados y en el Palacio Real, aunque no está prevista la asistencia del rey emérito.

Desde Zarzuela informaron que el 21 de noviembre, a las 10:30 horas, se celebrará en el Palacio Real el acto institucional en el que se entregarán los últimos Toisones de Oro concedidos por el rey a la reina Sofía, al expresidente Felipe González y a los padres vivos de la Constitución, Miquel Roca y Miguel Herrero. Al acto acudirán también la princesa de Asturias, la infanta Sofía y los principales poderes del Estado, empezando por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Posteriormente, a las 12:30, los reyes presidirán el coloquio “50 años después: la Corona en el tránsito a la democracia”, organizado por el Congreso de los Diputados. El evento, que se celebrará en la Sala Constitucional, estará moderado por los periodistas Fernando Ónega e Iñaki Gabilondo, y contará con la participación de Miquel Roca, Miguel Herrero, la académica Adela Cortina y la presidenta del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Rosario García Mahamut.

Ausencia del emérito

La Casa del Rey recordó que Juan Carlos I, que fue monarca durante casi cuatro décadas, decidió en 2019 no participar en actos institucionales como el del Palacio Real, al margen de que actualmente resida en Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, el 22 de noviembre, aniversario de su juramento como rey tras la muerte de Franco, está previsto un almuerzo estrictamente familiar, al que fue invitado el padre de Felipe VI, aunque no se sabe si asistirá.

En los últimos días, el emérito ha reivindicado su papel en la restauración de la monarquía y la llegada de la democracia mediante entrevistas en la prensa francesa y adelantos de su libro de memorias “Reconciliación”, que se publicará el 5 de noviembre. En Le Figaro recordó que “la democracia no cayó del cielo” y que Franco lo nombró rey “para crear un régimen más abierto”. En el libro, relata su última conversación con el caudillo, quien le pidió “mantener la unidad del país”, sin solicitar la preservación del régimen anterior.