Romero dice que revivir el ébola es 'llorar continuamente'

La auxiliar de enfermería gallega Teresa Romero, que superó el ébola tras contagiarse cuidando a un misionero infectado, explicó ayer a la jueza María Teresa Abad que no recibió formación específica alguna en el hospital Carlos III de Madrid para tratar pacientes con esta enfermedad. Romero acudió a los juzgados de Plaza de Castillal acompañada de su marido Javier Limón para declarar en calidad de testigo y como perjudicada en la causa que investigan la supuestas negligencias que cometieron las autoridades españolas al no evitar su contagio, que sospecha se produjo cuando atendió Manuel García Viejo, el segundo sacerdote repatriado de Sierra Leona.

Antes de entrar a declarar, Romero mantuvo una conversación con periodistas en los pasillos de las dependencias judiciales, en la que les confesó que revivir la experiencia que pasó por su contagio con el virus del ébola significa "llorar continuamente". La auxiliar gallega Manifestó asimismo que tiene muchas ganas de volver a trabajar ya que se encuentra "muy bien y muy recuperada" del virus que contrajo en septiembre de 2014, el primer contagio que se produjo en Europa. Además aseguró que quiere ayudar a los jueces a encontrar la verdad de lo que sucedió y por qué se contagió del virus a pesar de las medidas que debían haber tomado las autoridades sanitarias.

"Cuesta creerlo, pero las cosas fueron así. Hubo escasa formación. La formación consistía en el día a día. Hubo algunas charlas. Pero no hubo formación específica", recalcó Romero. Por su parte abogado de la auxiliar, José María Garzón, agregó que se debían haber extremado las prevenciones ante una enfermedad tan virulenta como es el ébola.

La investigación

Tras declarar durante casi dos horas ante la jueza María Teresa Abad, y visiblemente afectada por recordar lo vivido, Romero comentó que las preguntas de la magistrada se centraban en si se había recibido algún tipo de formación para atender a los dos misioneros repatriados de África.

La jueza María Teresa Abad, al frente del juzgado de Instrucción número 21 de Madrid, investiga la posible comisión de algún tipo de delito por parte de las autoridades sanitarias españolas a instancias de varias denuncias.

La denuncia que dio origen al procedimiento fue presentada por 15 médicos del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital La Paz-Carlos III de Madrid. Tras abrirse diligencias de investigación en octubre de 2014, se sumaron al procedimiento otras denuncia de CSIF y del Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE).

Con la declaración, la magistrada quiere indagar sobre si se cumplieron las normativas para evitar contagios en ese tipo de situaciones, especialmente lo relativo a riesgos laborales.

El abogado José María Garzón, que defiende a la pareja, recalcó que habían aportado a la causa varios informes de Inspección de Trabajo que reflejarían las supuestas negligencias que se realizaron por las autoridades sanitarias.

Se incorpora al trabajo después de 17 meses de baja y varias querellas

La auxiliar de enfermería que superó el ébola, Teresa Romero, se incorporará este jueves a su puesto como auxiliar de enfermería en el Hospital Carlos III-La Paz tras diecisiete meses de baja desde que se contagió del virus, enfermedad que superó con éxito tras una larga lucha.

Fuentes cercanas a la familia señalaron que la incorporación tendrá lugar después de que su médico de cabecera le haya dado el alta de la baja al estar en condiciones para volver a su puesto. Hasta su contagio, trabajaba atendiendo casos de infecciones de VIH, hepatitis o tuberculosis, entre otras afecciones. En octubre de 2014, se convirtió en la primera española contagiada por el virus. Fue el primer caso de contagio de ébola fuera de África occidental.

Tras estar 30 días aislada en una habitación en este hospital, el 5 de noviembre recibió el alta hospitalaria después de recuperarse de las secuelas dejadas por el virus. Tras ello, descansó unas semanas en Becerreá, en Lugo, y volvió a Madrid para recuperar su vida.

Durante estos meses, emprendió acciones legales contra el exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid Javier Rodríguez por un delito de injurias y calumnias al insinuar el consejero que "pudo haber mentido" cuando se infectó de la enfermedad. También se tuvo que enfrentar a la médica que le atendió en Alcorcón por no informarle que había estado en contacto con el virus. Teresa y Javier Limón, su marido, también presentaron una reclamación por el sacrificio de Excalibur, el perro de la pareja.n