Las redes sociales, un arma de doble filo contra el machismo

Las redes sociales se han convertido en una herramienta imprescindible para la lucha contra la violencia de género entre los más jóvenes, pero también en un medio para desinformar o impulsar determinadas actitudes que incluso pueden llegar a ser delictivas.

Por un lado, las redes son utilizadas por miles de personas para denunciar abusos y violencia de género, pero también son un lugar donde es fácil fabricar y difundir lo que se conoce como “desinformación de género”, que perpetúa los mitos machistas, además de ataques y acosos a todo tipo de usuarios, o rechazar la realidad sufrida por las víctimas.

Plataformas como TikTok, Instagram o Twitter, entre otras, han dado a los adolescentes y jóvenes acceso a grupos que defienden teorías de toda índole, en los que en algunos casos se termina alimentando el mismo discurso repleto de estereotipos y generando campañas organizadas de odio o acoso.

Especialistas como Anna Sanmartín, subdirectora del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD, destacan que “las redes sociales tienen la capacidad de amplificar un discurso negacionista de la violencia machista entre los jóvenes, como ha sucedido con las vacunas en este último año”. Elena Almafara, responsable de género de InteRed, una asociación que trabaja en educación contra las violencias machista, señala que “el hecho de que la juventud pase una gran parte de su tiempo conectada a las redes, tanto para informarse como para entretenerse, es otra de las razones por las que las redes se han convertido en un amplificador de la desinformación de género”. Además, cree que muchos de estos contenidos “se consumen de manera inconsciente”.

Todo ello ocurre en un contexto en el que la negación de la violencia de género ha crecido entre los jóvenes varones españoles de entre 15 y 29 años, según datos de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).