Glasgow culminará los avances que no se aprobaron en Madrid
Sociedad
La próxima cita mundial tiene como reto principal llegar a un acuerdo en los mercados del carbono
n n n Aún resonantes los ecos de una cumbre en Madrid donde los países han reafirmado su compromiso con una mayor ambición climática pero sin lograr todas las metas planteadas, el foco de la lucha climática se dirige ya a la próxima COP de la ONU en Glasgow, Reino Unido, para avanzar en asuntos como los mercados de carbono.
La regulación del artículo 6 del Acuerdo de París sobre mercados de carbono es uno de los apartados que aun habiendo registrado avances en la COP25, quedó finalmente fuera del consenso logrado por los casi 200 países reunidos en la cumbre mundial del clima en Madrid, que sí logró pactar un aumento de la ambición climática global.
Dicho artículo 6 se arrastraba desde la anterior conferencia mundial del clima celebrada en 2018 en Katowice (Polonia), en donde se estableció el libro de reglas del Acuerdo de París, convertido en el mayor pacto vinculante entre países para la defensa climática entre los países que entrará en vigor en 2020. En este acuerdo se plantea mantener el aumento la temperatura por debajo de los 2 grados y preferiblemente en umbrales inferiores a 1,5 grados este siglo, como recomienda el panel de científicos de la ONU sobre cambio climático, para evitar consecuencias dramáticas del calentamiento global a causa del excesivo consumo de combustibles fósiles derivado de actividades humanas.
Las consecuencias de la emergencia climática son ya evidentes según los científicos, como lo confirman los fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes y severos en el mundo, en forma de huracanes, tornados, lluvias torrenciales que cursan con episodios de sequía, etcétera.
asuntos pendientes
Pese a los intensos esfuerzos de la presidencia de la COP25 ostentada por Chile aunque celebrada en Madrid, ha quedado pendiente para la próxima cumbre climática el asunto de la doble contabilidad en el cómputo de las emisiones contaminantes vertidas a la atmósfera que algunos países quieren evitar para aportar transparencia a los procesos de reducción de gases de efecto invernadero.
También habrá de definirse en la COP26 la transición de los remanentes de derechos de emisiones del Protocolo de Kioto cuya vigencia concluye este año y que algunos países quieren transferir al nuevo contexto del Acuerdo de París. La Unión Europea había aceptado abrir un plazo para reconocer los bonos antiguos hasta 2023, pero Brasil ha insistido en que se alargue ese periodo transitorio al menos hasta 2025.
La ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo que se había trabajado "intensamente" para asegurar unos mercados de carbono globales que permitan una contabilidad robusta y respetuosa de la integridad ambiental; sin embargo, algunos países no se sintieron cómodos, y el asunto ha quedado pendiente para el año que viene.
La próxima cumbre climática en Glasgow deberá asumir además la organización "oficial" del proceso de revisión al alza de las contribuciones determinadas a nivel nacional de los países para reducir las emisiones contaminantes. "Eso no quita para que los países puedan comunicar o manifestar por adelantado" sin esperar a dicha cumbre en 2020 nuevos compromisos más ambiciosos en la lucha contra la crisis climática, Ribera.n
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