Nueva York, en guerra contra las ratas con su nueva “zarina”
Kathleen Corradi, la encargada de poner coto a los roedores que imponen su ley en la Gran Manzana, asegura que “las ratas son parte del tejido urbano neoyorquino desde hace 200 años”.
La flamante “zarina de las ratas” de Nueva York, Kathleen Corradi, encargada de poner coto a los roedores que imponen su ley en la Gran Manzana, asegura que “las ratas son parte del tejido urbano de Nueva York desde hace más de 200 años” por lo que la lucha contra estos incómodos vecinos se presenta dura.
Y es que las ratas se pasean por las calles de Nueva York como si estuvieran de visita en un parque temático. Son visibles en todas partes y a todas horas: en las vías del metro, a veces viajando en algún vagón, al lado de escaparates, entre las montañas de bolsas de basura o atravesando a toda velocidad una acera transitada.
Corradi, elegida hace unos días para ocupar el recién creado puesto de “directora de mitigación de roedores” en Nueva York, insiste en que para que su campaña triunfe no basta con la implicación de las instituciones y agencias públicas. “Va a ser necesario que los neoyorquinos cambien de comportamiento y que estén equipados y educados en esta lucha”, dijo.
Corradi explicó, por ejemplo, que será necesario que los ciudadanos se conciencien de verter sus desperdicios orgánicos en los nuevos contenedores marrones para el compostaje, que comenzaron a distribuirse en algunos barrios.
El nombramiento de un encargado para frenar la proliferación de los mamíferos hocicudos estuvo acompañado de una gran atención mediática desde que la Alcaldía convocó la plaza el pasado diciembre en un anuncio en el que buscaba a un “zar” con “instinto asesino” y con “sed de sangre” para “luchar contra el verdadero” enemigo de Nueva York.
Aunque Corradi asegura no identificarse con ese perfil, sí que se muestra a gusto con el título de zarina, con el que el alcalde bautizó informalmente el cargo. “Creo que es una forma muy elegante de llamar la atención sobre un grave problema que afecta a la calidad de vida de los neoyorquinos”, asegura.
“En nuestra ciudad viven 8,5 millones de personas. Todo el mundo ha tenido una experiencia con las ratas y, en general, ha sido negativa, así que si zarina es alguien que trae un tipo de coherencia y organización a toda la ciudad, eso es ciertamente lo que mi trabajo va a ser”, agrega Corradi.
Ante su nuevo reto, reivindica su curriculum e insiste en que en 2018 trabajó con el Departamento de Educación de la ciudad para atajar la proliferación de ratas en 120 escuelas públicas, en las que en unos dos año logró reducir la población roedora en el 70%. Pero en su batalla no estará sola, ya que coordinará los esfuerzos y los recursos de seis agencias municipales, entre ellas las de Educación, Parques, Pequeños Negocios y Recogida de Basura.
Para la nueva zarina de las ratas, acabar con esta plaga no es una cuestión de magia, sino de ciencia. “La ciencia detrás de la lucha contra las poblaciones de roedores está en actuar donde viven, impedir que tengan acceso a refugio y privarlas de comida y agua”, subraya. Después, continúa, es el momento de poner en juego “técnicas de extermino innovadoras para asegurarse que el número de la población se mantiene a raya y no emigra”.
Las autoridades municipales identificaron cuatro zonas de la ciudad con el marbete de “zonas de mitigación de ratas”, donde se enfocan los actuales esfuerzos para luchar contra estos vecinos de grisáceo pelaje.
Se trata de los barrios de Chinatown, East Village y Lower East Side, en el distrito de Manhattan; el barrio de Harlem, también en Manhattan; la zona de Grand Cocourse, en El Bronx y en el distrito de Brooklyn: Bushwick, Bedford, Stuyyesant y Porspect Heights. n
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