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Las condiciones meteorológicas del fin de semana hacían presumir que la estación de montaña Manzaneda podría abrir a la práctica del esquí gracias a la puesta en marcha del sistema de innivación artificial. Así lo había anunciado y comprometido el equipo gestor de las instalaciones. Sin embargo, a pesar de ese compromiso, la realidad con la que se encontraron los usuarios fue muy distinta. Víctor Picos, director de la estación, aseguraba el viernes que los cañones de innivación se habían puesto en funcionamiento y que incluso habían estado trabajando a pleno rendimiento durante la noche del jueves, algo muy lejos de la realidad como se podía comprobar en las pistas de la estación ourensana.
La temperatura descendió a partir del jueves y la nieve hizo acto de presencia en la montaña, de manera que esa primera capa, sumada a la generada por los cañones de nieve artificial, podría haber conseguido un espesor válido para la práctica del esquí. Estas condiciones, sumadas a las previsiones meteorológicas esperadas para estos días, permitirían mantener la nieve en la estación durante un tiempo garantizando de esta forma la apertura, algo imposible ahora mismo por la inacción de sus gestores.
La estación de montaña anunció su propósito de innivar durante la noche del jueves e incluso del viernes, lo que no se llevó a cabo sin aportar además ningún tipo de explicaciones a lo que parece una “burla” y un engaño a los muchos aficionados y usuarios. Los cañones no solo no funcionaron -solo se activó uno en la parte superior y otro de forma mínima en la bajada, estando el resto apagados y congelados aunque con las luces encendidas como si realmente estuviesen funcionando-, y visitantes a la estación confirmaron que no funcionaron, circunstancia que generó un gran malestar entre los que se animaron a acercarse al complejo de montaña durante la jornada de ayer. Las quejas no tardaron en aparecer tras comprobar que sucedía todo lo contrario de lo prometido y asegurado por los responsables de las instalaciones. En la parte superior de la estación, a pesar de estar las luces encendidas, casi ninguna de las máquinas funcionaba, e incluso en alguna pista todas estaban paradas, fuera de uso o congeladas.
Las críticas ante el manifiesto engaño se centraron en los gestores de las instalaciones, incapaces de sacar provecho a un sistema de innivación artificial que costó cinco millones de euros. Durante la tarde del sábado a priori las condiciones eran buenas para tener todo a punto y permitir la apertura de las pistas, pero el escaso manto blanco que cubría la estación hizo imposible cualquier actividad sobre las mismas, sin que los cañones de producción de nieve permitiesen su apertura dado que ni siquiera se activaron.
En sus comentarios, los usuarios se quejan de falta de organización y de que se están desaprovechando unas condiciones meteorológicas idóneas, con temperaturas que de noche caen por debajo de los -5 grados. Las fuentes consultadas mostraban ayer además serias dudas sobre el funcionamiento de los cañones, preguntándose si es el correcto o si en realidad hay algún problema mayor que impide su puesta en marcha. Muchos son los que reclaman y piden explicaciones de por qué no se está produciendo nieve, sin entender la falta de información de los responsables, que pese a decir primero que “ya” se había producido nieve -algo completamente falso como se puede comprobar en la propia estación-, argumentan ahora que no se daban las condiciones apropiadas.
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