Los jóvenes apuestan por un uso saludable de la tecnología

La mayoría de adolescentes españoles confía en sus padres para navegar seguros por internet

El acceso a contenidos multimedia empieza a ser clave en la formación familiar y juvenil.
El acceso a contenidos multimedia empieza a ser clave en la formación familiar y juvenil.

Los adolescentes españoles ya no solo usan la tecnología para entretenerse, sino que han aprendido a sacarle el máximo partido como herramienta de apoyo escolar y personal. Así lo confirma “The Future Report”, un estudio de Google en colaboración con la agencia Livity, que ha analizado los hábitos digitales de más de 7.000 jóvenes europeos entre los 13 y los 18 años.

Uno de los datos más llamativos es el uso generalizado del vídeo como fuente de aprendizaje. En España, el 80% de los adolescentes recurre a YouTube para estudiar y entender mejor los temas del colegio. Pero su uso no se queda ahí: un 73% también lo emplea para profundizar en intereses personales, desde aprender a tocar un instrumento hasta mejorar en videojuegos o iniciarse en nuevas aficiones.

Otro fenómeno en auge es el uso de herramientas de inteligencia artificial (IA) como complemento educativo. Casi la mitad de los adolescentes españoles (47%) ya utiliza la IA en clase, y un 44% la usa en casa para hacer deberes. ¿El motivo principal? Su capacidad para explicar conceptos difíciles de manera clara y adaptada, algo que el 49% destaca como su mayor ventaja.

Pese a su familiaridad con la tecnología, los adolescentes no consumen información de forma pasiva. El informe destaca que los jóvenes españoles muestran un enfoque crítico y responsable al navegar por internet: el 45% contrasta la información en varias fuentes y un 41% recurre a adultos de confianza cuando tiene dudas sobre la veracidad de un contenido.

Lejos de caer en la hiperconectividad, los adolescentes parecen tener bastante claro que un uso saludable de la tecnología es fundamental para su bienestar. El 68% afirma gestionar bien sus hábitos digitales, y para conseguirlo ponen en práctica estrategias como pasar más tiempo con la familia (47%), hacer ejercicio físico (43%) o buscar hobbies offline (21%). Además, dos de cada tres adolescentes (65%) utilizan la tecnología para cuidar su salud mental y física.

La implicación de las familias sigue siendo un pilar importante en la vida digital de los adolescentes. Según el informe, un 60% reconoce que sus padres supervisan su actividad online, ya sea mediante ajustes del dispositivo (30%), apps de control parental (32%) o directamente desde las propias aplicaciones (29%).

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