Los hogares redujeron en un 6% el desperdicio alimentario

Los hogares españoles redujeron el 6,2% el desperdicio de alimentos y bebidas en 2022 en comparación con el año anterior en un contexto de inflación, con una media semanal de 23,1 millones de kilos o litros que acabaron en la basura. Los datos se corresponden con el informe del consumo y desperdicio alimentario en España de 2022, presentado por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

Por un lado, los españoles desperdiciaron 1.201,92 millones de kilos o litros en 2022 (-6,2% anual), la cifra más baja desde que existen registros. Además, el desperdicio de alimentos en los hogares sumó 1.170,48 millones de kilos. La bajada anual fue del 6,2%, inferior a la caída del 14,2% registrada en 2021 respecto a 2020. En 2022 había 12,6 millones de hogares que continuaron desperdiciando alimentos, mientras que uno de cada tres hogares no tiró nada a la basura (el 12,3% más que en 2021). Entre las tendencias que explican el mejor aprovechamiento de la comida están el aumento de los precios, que hace que se perciba más el valor de los alimentos; la vuelta al consumo fuera de casa, la flexibilización del trabajo entre la oficina y el hogar, y una mejor planificación del consumo, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

La reducción

Se redujo sobre todo el desperdicio de productos sin utilizar (el 9% menos en volumen en tasa anual), si bien hace falta gestionar mejor las sobras de recetas (con una subida del 6,7% en volumen). Por otro lado, los españoles aprovecharon mejor las frutas (un 8% menos de desperdicio), verduras (-3,4%) y la leche líquida (-2,8%), mientras que fue peor el aprovechamiento de embutidos (+3,2%), platos preparados (+5%) y pasta (+9,5%).

Las tendencias

El desperdicio fuera de casa cayó el 11,3% en 2022, situándose en 31,5 millones de kilos, a pesar del alza del consumo extradoméstico. Fuera, más de la mitad de los consumidores no tira nada (54% frente a la tasa del 51% de 2021), frente al 46% de ellos que sí lo hace. El ministro de Agricultura, Luis Planas, atribuyó la bajada a una mayor concienciación sobre el desperdicio tanto en casa como fuera, a lo que se suman los altos precios y el esfuerzo del sector de la restauración por reducir las sobras.

Aunque aún “queda mucho por hacer”, Planas consideró que las campañas del ministerio contra el desperdicio empezaron a tener un efecto positivo, al igual que el debate generado por el proyecto de ley que presentó el Gobierno para reducir las pérdidas de alimentos. A pesar de haber decaído en su trámite parlamentario por el adelanto electoral, Planas mostró su confianza en que esa iniciativa legislativa pueda retomarse en la próxima legislatura.