Francia prohíbe las pantallas digitales en escuelas infantiles

El Gobierno francés ha prohibido oficialmente el uso de pantallas digitales en guarderías y centros de educación y cuidado infantiles para menores de tres años para protegerlos de estos estímulos durante los primeros años de su vida, algo que antes era contemplado a nivel legal como “no recomendable”.

“La carta nacional de acogida de la primera infancia establece que ‘está prohibido exponer a un niño menor de tres años frente a una pantalla (teléfono inteligente, tableta, ordenador, televisión) dados los riesgos para su desarrollo”, según argumentaron las autoridades galas en un comunicado difundido el pasado viernes.

Hasta la aprobación de este decreto, publicado en el Boletín Oficial el 2 de julio, la Carta Nacional para el Cuidado de la Infancia apuntaba únicamente que “no se recomienda dejar a un niño menor de 3 años frente a una pantalla (smartphone, tableta, ordenador, televisión) dados los riesgos para su desarrollo”, sin llegar a vetar su uso expresamente.

El documento actual no solo los prohíbe, sino que además matiza que los niños “necesitan interactuar con su entorno, utilizar sus cinco sentidos y estar en movimiento”.

A este respecto, el Fondo Nacional de Seguro de Salud hará llegar a los padres y tutores de niños de hasta tres años una misiva con información detallada sobre la prohibición y otras recomendaciones, como las siguientes: “Antes de los tres años, sin pantallas, ni siquiera encendidas en segundo plano; entre tres y seis años, uso muy ocasional, acompañado de un adulto, para ver contenidos adecuados; a cualquier edad, nunca utilizar pantallas durante las comidas, antes de ir a dormir o para calmar al niño”.

El decreto en cuestión ha sido aprobado y publicado tras la reunión, en enero del 2024, de una comisión de expertos sobre el tema, cuyo informe final -publicado en abril de 2024- hizo hincapié en “la necesidad de proteger voluntariamente a los niños más pequeños de la exposición a las pantallas, con especial atención durante los primeros años de vida”, e instaba a “reforzar la recomendación actual” de no exposición.

La decisión del gobierno francés se enmarca en una preocupación más amplia por los efectos de la hiperconexión involuntaria en la infancia. En abril de 2024, un informe solicitado por el presidente Emmanuel Macron abordó esta cuestión en profundidad. El documento, elaborado por una comisión de diez expertos, advertía sobre los efectos negativos directos e indirectos de las pantallas, especialmente en lo que respecta al sueño, la inactividad física, la miopía y el desarrollo socioemocional. También se alertaba sobre la exposición a contenidos violentos o inapropiados, y se señalaba que, aunque las pantallas no son la causa directa de trastornos del neurodesarrollo, pueden amplificar síntomas en niños vulnerables.

El informe proponía medidas adicionales como la prohibición del uso de teléfonos móviles hasta los 11 años, la entrega de dispositivos sin acceso a Internet hasta los 13, y la apertura controlada a redes sociales a partir de los 15 años. También se recomendaba evitar el uso de pantallas en salas de maternidad y en las aulas de educación infantil, así como intensificar la formación de los profesionales encargados del cuidado de los niños.