Las exreligiosas de Belorado abrirán un restaurante en Asturias

Los exmonjas de Belorado (Burgos) han anunciado que alquilarán un hotel por 1.600 euros mensuales en Arriondas (en el municipio de Parres, Asturias) con el objetivo de crear el “primer restaurante de clausura” de España puesto que cuentan con facturas “urgentes” que pagar y recursos “muy limitados”, si bien han remarcado que no han renunciado a Belorado, sino que buscan “fortalecer su comunidad”. En un comunicado, las exclarisas han subrayado que son “monjas emprendedoras castigadas por trabajar tanto” y son, ante todo, “emprendedoras, mujeres carismáticas y con iniciativa”, pero “nunca” han cesado en su espíritu creativo y emprendedor.

También han explicado que van a comprar un terreno destinado a la cría y cuidado de perros y otros animales, ya que tienen diversos proyectos relacionados con la cría y el entrenamiento de perros para mujeres maltratadas p la formación de canes guía para colectivos desfavorecidos, entre otros.

Su proyecto incluye la gestión del núcleo zoológico, ubicado a poca distancia del hotel, mientras que una parte de la comunidad (tres religiosas) residirá en las habitaciones del establecimiento, mientras que la planta baja se destinará a un restaurante de clausura. 

Las propias exmonjas de Belorado se encargarán de la cocina, mientras que el personal atenderá a mesas y clientes preservando así su clausura. El restaurante ofrecerá una combinación de platos tradicionales asturianos junto con recetas propias de las Clarisas, otorgando un papel especial a la repostería.

Respuesta del Arzobispado

El Arzobispado de Burgos ha señalado que Laura García de Viedma, exabadesa del Monasterio de Belorado, “carece de capacidad legal” para realizar operaciones económicas en nombre de los monasterios de Belorado y Derio, tras conocerse que está siendo investigada por la venta de 1,7 kilos de oro valorados en unos 130.000 euros. El Arzobispado ha recibido un oficio de la Policía Nacional que cuestiona la capacidad de García de Viedma para administrar los bienes de los monasterios, solicitando a la empresa compradora que no realice ninguna actuación hasta que se acredite la legitimidad de su dominio sobre el oro.

Además, se ha aclarado que las entidades canónicas de los monasterios no han sido transformadas en asociaciones y carecen de la capacidad legal para realizar transacciones, por lo que la venta del oro no se pudo llevar a cabo bajo esa figura. La investigación también está indagando sobre quién es el titular de la cuenta donde se depositó el dinero de la venta, ya que no corresponde a ninguna cuenta de las entidades jurídicas canónicas legalmente reconocidas.