El Estatuto del Becario llega tras dos años de desconcierto
La norma regula las prácticas no laborales en empresas y establece un régimen sancionador para proteger a los estudiantes
El Consejo de Ministros da luz verde a la Ley del estatuto de las personas en formación práctica no laboral en el ámbito de la empresa, conocido como el Estatuto del Becario, más de dos años después de que el Ministerio de Trabajo y Economía Social presentara la norma junto a los sindicatos. La vicepresidenta segunda y ministra Yolanda Díaz reconoció que, aunque existía un acuerdo de diálogo social, habían surgido discrepancias con el PSOE que retrasaron su aprobación.
La norma tiene como objetivo principal regular los periodos de formación práctica no laboral en empresas y garantizar la protección de los estudiantes frente a abusos o condiciones irregulares. Además, establece un régimen sancionador con multas de hasta 225.000 euros por infracciones muy graves, incluyendo discriminaciones directas o indirectas desfavorables por razón de edad, discapacidad, sexo, origen, estado civil, religión, ideas políticas, orientación sexual, sindicalización o lengua, así como represalias derivadas de reclamaciones sobre igualdad.
El Estatuto del Becario también obliga a las empresas a compensar los gastos de los alumnos, como desplazamiento, alojamiento o manutención, con una cuantía suficiente para cubrir todos aquellos costes derivados de la práctica. Las prácticas extracurriculares quedan limitadas a 480 horas o al 15 por ciento de los créditos ECTS de la titulación, incluyendo también másteres, doctorados y títulos propios bajo ciertas condiciones.
Por su parte, los estudiantes deben cumplir con la normativa del centro formativo, respetar el proyecto formativo, seguir las indicaciones del tutor de la empresa y del tutor académico, incorporarse en la fecha acordada, cumplir los horarios y respetar las normas de seguridad. Asimismo, los becarios deben mantener la confidencialidad sobre la información interna de la empresa y guardar secreto profesional durante y después de la práctica, mostrando siempre una actitud respetuosa hacia la política de la empresa y salvaguardando el buen nombre del centro formativo al que pertenecen.
El Ministerio de Trabajo subraya que este Estatuto busca reducir los abusos en prácticas no remuneradas o en condiciones irregulares, establecer un marco claro de obligaciones y responsabilidades, y garantizar los derechos de los alumnos. Además, se pretende que las prácticas se conviertan en una verdadera oportunidad de aprendizaje dentro de un entorno seguro y transparente, fomentando la equidad y el reconocimiento del trabajo formativo.
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