Elección del nuevo papa: ¿cómo es el proceso del cónclave?

Este miércoles 7 de mayo comienza el procedimiento por el cual los cardenales de todo el mundo eligen al que será el nuevo pontífice

Religiosos durante el funeral del Papa, en la plaza de San Pedro, a 26 de abril de 2025, en Ciudad del Vaticano.
Religiosos durante el funeral del Papa, en la plaza de San Pedro, a 26 de abril de 2025, en Ciudad del Vaticano. | EP

Tras la muerte del papa Francisco, el pasado 21 de abril, se ha puesto en marcha un proceso con siglos de tradición. La duración es imprevisible, y podría alargarse incluso semanas. Todo un camino que culmina con la fumata blanca en la plaza de San Pedro en Roma que indicará que el mundo tiene nuevo papa, el número 267 para ser exactos.

Esta decisión recae en 133 hombres, los cardenales electores, de los 252 cardenales que forman el Colegio cardenalicio.

Infografía sobre el procedimiento del cónclave.
Infografía sobre el procedimiento del cónclave. | EP

¿Cómo es el proceso del cónclave?

En el momento en que el papa muere, en este caso Francisco, se pasa a una situación llamada "sede vacante". En ella, los cardenales se reúnen en las llamadas congregaciones generales, que definirán los detalles del órgano que eligirá al nuevo papa, y solo pueden formar parte los cardenales de menos de 80 años. Todo ello tiene lugar en la Capilla Sixtina, la Basílica y plaza de San Pedro y la Casa de Santa Marta.

Misa 'Pro eligendo Pontífice'

Todos los cardenales (sean electores o no), obispos, sacerdotes, etc.; asisten a esta misa que se celebra antes de que dé comienzo el cónclave. Está presidida por el decano del Colegio cardenalicio. Tendrá lugar el 7 de mayo a las 10.00 horas. Esa misma tarde darán comienzo las votaciones. Sobre las 16.30 está previsto que los cardenales entren en la Capilla Sixtina.

Aunque los cardenales pueden hablar entre ellos antes de que dé comienzo el cónclave, lo cierto es que no hay ningún candidato oficial para ser papa. Pero antes de la votación, los cardenales escuchan dos sermones para orientarse en su elección. Uno se produce antes de entrar, y otro ya en la Capilla Sixtina en el que se explica el estado de la Iglesia en ese momento y se sugieren las cualidades que debería reunir el nuevo papa.

Capilla Sixtina

Una vez en la Capilla Sixtina, los cardenales deben hacer dos juramentos. El primero es global, prometiendo guardar silencio de todo lo que ocurra entre esas cuatro paredes, y otro individual en el que aceptan desempeñar el cargo de papa si salen elegidos. Después se cierran las puertas con el "Extra omnes" (Todos fuera) que pronuncia el cardenal maestro de celebraciones litúrgicas pontificias.

El camarlengo y tres cardenales se aseguran de que todo quede bien cerrado y que no haya aparatos que reproduzcan o graben lo que ocurre en la Capilla Sixtina.

La votación

Los 133 cardenales participan en la primera votación llamada "de sondeo". Después habrá cuatro diarias, dos por la mañana y dos por la tarde. Todo ello hasta que un candidato reciba dos tercios de los votos, es decir, 89 votos en total. Cada cardenal escribe en la papeleta el nombre de su candidato a papa preferido, y lo dobla por la mitad solo una vez, hasta entregarlo en el altar.

De los tres cardenales escrutadores, elegidos a sorteo, los dos primeros solo observan el nombre que se indica en la papeleta, y es el tercero quien la lee en voz alta y escribe en un papel lo que pone.

Después de cada votación, si no hay acuerdo, se queman las papeletas en una estufa y se produce humo con una segunda, negro si no hay consenso, y blanco si ya hay papa.

¿Y si no hay acuerdo?

El tercer día de cónclave, tras 12 votaciones, se fija un día para reflexionar. Habrá otra ronda más de 7 votaciones y después habrá un descanso similar. Para evitar alargar el proceso durante demasiados días, se estableció que si se llega a la votación 34ª, la lista se limita a los dos más votados en el último escrutinio, aunque también deberán sacar mayoría de dos tercios para ser el elegido, pero ellos no podrán votar.

Tras la fumata blanca

Cuando un candidato alcanza la mayoría necesaria, el decano del Colegio cardenalicio le pregunta si acepta el puesto. Si es así, este elegirá el nombre con el que se le conocerá como pontífice. Este se retira a la Sala de las Lágrimas, ubicada en la sacristía de la Capilla Sixtina, para un momento de meditación. Allí se pone las vestiduras papales blancas antes de salir al balcón de la Basílica de San Pedro. Volverá a la Capilla Sixtina y los cardenales le reconocerán como papa.

Después hará su primera aparición pública.

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