Los divorcios suben un 8,2% tras dos años de descensos

Una de cada tres rupturas en España en 2024 se produjo después de 20 años o más de matrimonio

Detalle de una contrayente sujetando una rosa blanca durante la celebración de su boda.
Detalle de una contrayente sujetando una rosa blanca durante la celebración de su boda.

En 2024, el número de separaciones y divorcios en España aumentó un 8,2%, alcanzando 86.595 casos, lo que supone una tasa de 1,8 por cada 1.000 habitantes. Esta cifra supera los 80.065 casos de 2023 y los 84.551 de 2022, aunque sigue por debajo de los 90.582 de 2021. La mayoría fueron divorcios (82.991), que representaron el 95,8% del total, mientras que hubo 3.604 separaciones (4,2%).

Por tipo de resolución, 52.371 se resolvieron por sentencia, 21.580 por decreto y 12.644 por escritura pública. Además, el 79,8% de los divorcios fueron no contenciosos, frente al 20,2% contenciosos. En cuanto al tipo de parejas, hubo 2.121 divorcios entre personas del mismo sexo, un 2,6% del total, y 85 separaciones.

Uno de cada tres divorcios se produjo tras 20 años o más de matrimonio, siendo la duración media de los matrimonios disueltos de 16,4 años. La franja de edad con mayor número de divorcios fue la de 40 a 49 años, tanto en hombres como en mujeres, cuya media de edad fue de 49 y 46,6 años, respectivamente.

En el 50,8% de los divorcios con hijos menores, se tuvo que decidir sobre la custodia. Por primera vez, la custodia compartida (49,7%) superó a la monoparental, otorgada en el 46,6% a la madre y en solo el 3,4% al padre. En el 0,3% se asignó a otras personas o instituciones.

El 54,8% de los casos incluyó pensión alimenticia. En el 52,9% fue el padre quien la pagó, en el 3,8% la madre y en el 43,3% ambos. También se fijó pensión compensatoria en el 7% de los divorcios, con un 90,9% a cargo del esposo. Además, el 46% de los matrimonios no tenía hijos dependientes, y el 23,3% tenía solo un hijo.

Respecto al momento de la demanda, en el 71,1% de los casos fue presentada por ambos cónyuges, en el 18,5% por la esposa y en el 10,3% por el esposo. La mayor parte de los divorcios se dio entre cónyuges de nacionalidad española (80%), aunque en el 12,1% uno era extranjero y en el 7,9% ambos.

Por comunidades, Ceuta (2,3) registró la mayor tasa de separaciones y divorcios por cada 1.000 habitantes, seguida de La Rioja (2,1), Canarias y Baleares (2). En el extremo opuesto, Melilla (1,4), Castilla y León y Extremadura (1,5) tuvieron las más bajas. Además, Castilla-La Mancha y Galicia quedaron justo por debajo de la media nacional con una tasa de 1,7. Navarra, País Vasco y Aragón se situaron en 1,6. Las comunidades con menor incidencia tienden a concentrarse en el norte y el interior del país. Las regiones con tasas más altas suelen tener también una mayor proporción de población urbana y costera.

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