Crean un sistema de robótica para evitar la parálisis

Investigadores de NeuroRestore, en la EPFL de Suiza, desarrollaron un sistema que combina una neuroprótesis implantada en la médula espinal con robótica de rehabilitación. El dispositivo emite pulsos eléctricos sincronizados con el movimiento robótico, logrando una estimulación muscular más natural y efectiva, lo que permite a los pacientes participar activamente en la terapia y mejorar su recuperación. Esta innovación representa un gran avance en el tratamiento de personas con parálisis, ya que aborda una de las principales limitaciones de la robótica de rehabilitación tradicional: la falta de activación muscular voluntaria.

A diferencia de los métodos tradicionales, esta tecnología permite reentrenar el sistema nervioso de manera más eficiente, ya que imita las señales nerviosas naturales en lugar de aplicar estimulación funcional convencional. En un estudio con cinco personas con lesiones medulares, se observó una activación muscular inmediata y sostenida, además de una mejora en el movimiento voluntario incluso tras apagar la estimulación. Algunos pacientes lograron recuperar cierta autonomía en actividades cotidianas, lo que sugiere que este enfoque puede acelerar la recuperación motora y mejorar la independencia funcional.

El sistema se integra con distintos dispositivos de rehabilitación y utiliza sensores inalámbricos para ajustar la estimulación en tiempo real según el movimiento del paciente. Su aplicación en centros de rehabilitación demostró ser viable, despertando gran interés entre los profesionales del sector por su capacidad de adaptación a protocolos existentes. Además, los ensayos en exteriores han validado su eficacia en entornos reales, permitiendo a los pacientes caminar con andadores o andar en bicicleta, lo que refuerza su potencial para mejorar la movilidad.

Esta tecnología no solo ofrece un enfoque de rehabilitación más dinámico y motivador, sino que también abre nuevas perspectivas para mejorar la calidad de vida de las personas. Ensayos clínicos futuros evaluarán su impacto a largo plazo y su posible implementación a gran escala, con el objetivo de convertir esta terapia en un estándar de atención accesible en múltiples entornos médicos.