Crean un nuevo robot para ayudar a comer a las personas dependientes
Gente Mayor
Es el primer proyecto del Barcelona Aging coLLaboratory, un centro para mejorar la calidad de vida y la atención a los mayores
Es un brazo robotizado y nace para aydar a comer a las personas que no pueden hacerlo por sí mismas. Sus responsables, las diez entidades de la sociedad civil que conforman el Barcelona Aging coLLaboratory (BALL), un laboratorio que pretende mejorar la calidad de vida y la atención a las personas mayores.
El robot, presentado recientemente a los medios de comunicación, ha sido desarrollado por investigadores del Instituto de Robótica e Informática Industrial (CSIC-UPC) de Barcelona y próximamente se probará en personas mayores que están ingresadas en el Parque Sanitario Pere Virgili, que depende del Hospital Vall d`Hebron, en la ciudad condal.
Este nuevo dispositivo tecnológico nace con la idea de mejorar la autonomía de las personas mayores; en concreto, ayudándoles a comer a aquellas que tengan dificultades para hacerlo por sí mismas. Para poder llevarlo a cabo, el proyecto ha contado con las aportaciones de profesionales y ancianos atendidos en el Parque Sanitario Pere Virgili el mes de febrero de este año.
Se espera que próximamente sean pacientes de ese mismo centro, con diferentes dificultades, los que participen en la primera prueba piloto de este prototipo de robot, que es un brazo articulado que acerca la comida ya cortada y lista para dar a la persona y que tiene en cuenta si está atento o no o si está hablando con otra persona.
Según ha explicado el investigador Guillem Alenyà, el robot ha de ayudar a mejorar la autonomía relacional de los pacientes durante las comidas, proporcionando posibilidades de elección en el ritmo, tipo y cantidad de comida, aumentando su autoconfianza y favoreciendo incluso formas de negociación sobre cómo y qué se come.
Otra ventaja del uso del robot es que se podrán obtener datos sobre el estado nutricional de la persona mayor, es decir, si ha comido mucho, poco o nada, lo que permitirá personalizar más la atención sanitaria y social.
“Se trata -ha considerado el doctor Inzitari- de dispensar un trato más cuidadoso y personalizado a los pacientes, y ayudar a reducir el estrés del personal sanitario”.
Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Cataluña, Josep Carné ha recalcado que “lo que queremos es ayudar al cuidador, no sustituirlo”, y “añadir calidad” a su trabajo.
La financiación para tirar adelante este proyecto y otros que puedan mejorar la calidad de vida y que se desarrollen en el Living Lab BALL se espera que pueda llegar desde diferentes ámbitos, tanto de empresas privadas como administraciones, teniendo en cuenta que el laboratorio también podrá ofrecer servicios.
Para detectar las necesidades que pueden tener las personas mayores se quiere impulsar, a partir del próximo 17 de noviembre, los “vermuts del jueves”, unos espacios de opinión en los que se apuesta por agrupar a mayores, investigadores y personal sanitario.
Estos encuentros tendrán lugar en la sede física del Living Lab, una casa de madera, denominada `Casa de Pensar`, donada por Ikea y situada en el Parque Sanitario Pere Virgili, donde el mes que viene se debatirá sobre la brecha digital, entre otros temas.
Objetivo: poner a las personas mayores en el centro y que tomen el control de su vida
En el laboratorio, además del Parque Sanitario Pere Virgili, CSIC-UPC, y la Federación de Asociaciones de Personas Mayores, participan también el Instituto Borja de Bioética, la Universidad Oberta de Cataluña, la Fundación iSocial, y las empresas Grupo Efebé, Qida y UniversalDoctor, y se espera contar con el apoyo de las administraciones próximamente.
El doctor Marco Inzitari, director de Atención Integrada e Investigación del Pere Virgili; el investigador Guillem Alenyà, del Instituto de Robótica del CSIC-UPC, y el presidente de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Cataluña, Josep Carné, explicaron el objetivo de este primer Living Lab centrado en el envejecimiento. El centro, según Inzitari, quiere ser “un espacio o metodología de cocreación que involucra a las personas mayores desde un principio, en el diseño, desarrollo, implementación y evaluación de productos y servicios destinados a fomentar su autonomía, integrarlos en la comunidad y reducir dependencias y cronicidades”.
“En un momento en el que cada vez aumenta más la esperanza de vida pero no la calidad, el objetivo final del Living Lab es poner a las personas mayores en el centro y que tomen el control de su salud y de su vida”, ha considerado. Se calcula que en el año 2050, una de cada tres personas que vivan en Cataluña tendrá más de 65 años, y el índice de dependencia de las personas mayores también aumentará, del 28,9 % de 2021 al 44,3 % el año 2040, según datos del Idescat.
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