Las coladas de La Palma ganan altura y aumentan los seísmos

La lava del volcán de La Palma, que continúa fluyendo con profusión en las últimas horas, aumentó la altura de las coladas ya existentes, mientras continúa la actividad sísmica en la zona, con terremotos de hasta 4,8 de magnitud que pudieron sentirse en otras islas del archipiélago. La deformación del terreno en la estación más cercana al cono volcánico mostraba anteayer un incremento de hasta 10 centímetros. Según el último informe del Departamento de Seguridad Nacional (DSN) emitido a las ocho de esta mañana, hora peninsular, en las últimas horas la lava está aumentando la altura de las coladas y rellenando las islas que se crearon entre ellas.

El DSN sitúa la superficie afectada por la erupción volcánica en 879,69 hectáreas y asegura que el escenario meteorológico actual es favorable para la operatividad de los aeropuertos de la zona. Sin embargo, indica que la inversión térmica y los vientos débiles en la vertiente oeste “podrían provocar un escenario puntualmente desfavorable para la calidad del aire”. En las últimas horas se intensificó la actividad sísmica en la isla. Pasada la medianoche se localizó un terremoto de magnitud 4,8 en Villa de Mazo, el segundo con apenas siete horas de diferencia de la misma magnitud y en la misma localidad, según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Ambos terremotos, con una intensidad de IV en una escala de I a XII, pudieron sentirse no solo en la isla de La Palma, sino también en Tenerife, El Hierro y La Gomera.

Bombardeo en Cumbre Vieja

Además, el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, manifestó ayer que se tergiversaron sus palabras acerca de bombardear el volcán de La Palma para reorientar la lava en una dirección. Curbelo, en un audio, indica que esta propuesta la realizó otra persona y el apostilló, durante una intervención en Radio Faycan Gran Canaria, que era perfectamente posible pensar de esa manera ya que este sistema ya se había llevado a la práctica. No obstante, prosigue Curbelo, dudó de que se pudiera llevar a cabo cuando ninguno de los expertos que trabajan en la erupción volcánica de La Palma la planteó.