De Camerún a Vigo para solicitar más solidaridad

"Hay que recuperar el afecto y la solidaridad entre las personas, es un valor que se está perdiendo". Esto decía ayer en Vigo el sacerdote de Camerún Marcel Bikongnyuy, que participa en la campaña de este años de Manos Unidas. Matiza que la gente sí que ayuda, pero "es una solidaridad que no es de contacto. Todo el mundo habla de los pobres, pero ¿cuántos hablan con los pobres que están alrededor? No es lo mismo ‘hablar de’ que ‘hablar con’ y eso hace que se sientan mejor como personas. El amor tiene que acompañar los sacrificios que hacemos por los demás".

Bajo el lema "El mundo no necesita más comida, necesita gente comprometida", Manos Unidas está llevando a cabo en Vigo y en toda España su campaña anual de concienciación, este año con tres objetivos en la lucha contra el hambre: el desperdicio de alimentos, la especulación alimentaria y la agricultura sostenible. La delegación de Vigo se suma con tres citas concretas: este viernes a las 19:00 en la parroquia del Rocío de Coia habrá una eucaristía y una ponencia del sacerdote Marcel Bikongnyuy; el día 10 de febrero habrá una jornada de ayuno voluntario y el que quiera donará el importe de esa comida a los proyectos que desarrollan en 60 países; finalmente, el domingo 12 de febrero se celebrará una colecta especial en todas las parroquias de España.

El proyecto que impulsa Manos Unidas de Vigo este año es el fortalecimiento de la producción y comercialización de camarones en cooperativas en una zona deprimida del sudeste de El Salvador, que beneficiará a 158 personas y sus familias, y requiere un presupuesto de 87.000 euros.

Además del acto en la iglesia del Rocío, el cura de Camerún dará charlas en colegios (ayer estuvo en San José de Cluny) y la semana que viene irá a Logroño. Marcel está temporalmente en Cedrillas (Teruel), fruto de un acuerdo entre la Dióecsis de Kumbo (Camerún) y la de Teruel-Albarracín. Es licenciado en Teología por la Facultad San Vicente Ferrer de Valencia y ahora está haciendo la tesis. Mientras completa su formación, colabora como párroco en distintos pueblos de Teruel, donde además perfeccionó su español. En Vigo dio testimonio de su vida misionera y explicó varios proyectos de manos Unidas en Camerún que tuvo la oportunidad de coordinar. Les habló de compartir con los necesitados y le prestaron mucha atención. "A los niños que viven en pueblos de Camerún cuando les falta, les falta de todo: alimentación, aulas para estudiar, atención sanitaria: sumando todo hay una grave necesidad de ayudarles a llevar una vida digna", explica. Entre los proyectos realizados está un centro de salud, un centro para formar a madres solteras y que puedan ganarse la vida, escuelas, proyectos de formación agrícola y un comedor escolar "para variar un poco su dieta, no va a ser todo patata y maíz".