El cambio climático traerá "menos lluvia y lloverá mal"
Los meteorólogos confirman las mismas precipitaciones que hace 30 años pero más irregulares
A pesar de que hoy día llueve en España cantidades muy similares a las de hace 30 años, la subida de temperaturas altera el panorama y las precipitaciones descargan “mal”, de forma más “irregular y concentrada”. En febrero de este mismo año, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) explicaba en sus redes sociales el uso de un nuevo período de referencia desde comienzos de 2023 para comparar el carácter de temperaturas, lluvias y otras variables climáticas: hasta entonces se utilizó el período 1981-2010 y en la actualidad se emplea el de 1991-2020.
“La práctica habitual es, una vez concluida una década, recalcular los valores de referencia al período de 30 años inmediatamente anterior”, explicaba la agencia, siguiendo la recomendación de la Organización Meteorológica Mundial ya que “el clima cambia a lo largo del tiempo, bien por factores naturales, bien como consecuencia de la actividad humana”.
En ese momento, AEMET destacaba que la precipitación media anual “apenas varió” desde al menos hace 40 años, ya que en el período 1981-2010 fue de 640,9 litros por metro cuadrado, mientras que en el comprendido entre 1991-2020 fue de 640,1. Lo que sí constató entre ambos períodos fue un incremento de las lluvias en el mes de marzo -un 28% más- y un descenso en el de diciembre -un 11% menos-, en el caso del más reciente.
“En abril aguas mil”
Pese a que el refranero popular habla de las “aguas mil” del mes de abril, en los últimos treinta años en España noviembre es el mes más lluvioso y el otoño la estación con más precipitaciones.
Sin embargo, José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored, afirmó que “siempre vamos a encontrar en el pasado un período en el que el tiempo atmosférico se comporte igual que ahora, pero la tendencia actual es que suban las temperaturas y por tanto las precipitaciones se vuelvan mucho más irregulares”.
En ese sentido, “estamos alcanzando récords de calor, mayor frecuencia de noches cálidas, anomalías en el agua del mar..., esta cantidad de cosas extraordinarias nos da una idea del contexto, que es totalmente diferente al que había hace 50 ó 100 años”, aseguró, de manera que “los episodios de calor fuera del verano aceleran el ciclo del agua”.
Aún así, un reciente artículo de Meteored firmado por Samuel Biener explica que aunque “la temperatura del Mediterráneo actualmente es más elevada que la del año pasado por estas fechas” debido a la sucesión de irrupciones de aire muy cálido, existe “una idea falsa bastante extendida”: que el calor de las aguas mediterráneas genera necesariamente “lluvias torrenciales y de consecuencias catastróficas en otoño”.
Pero eso “no es cierto, ya que el mar por sí solo no puede generar episodios de este calibre” y, aunque sea “un factor a tener muy en cuenta, no resulta determinante”. Mar Gómez, meteoróloga de eltiempo.es, incidió en el cambio climático que lleva a que “las precipitaciones tiendan a reducirse y lloverá ”mal”: mucha cantidad en poco tiempo, poco aprovechable u que suele causar daños”.
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