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La Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen en Alba de Tormes vive estos días un episodio digno de un guion de serie histórica: la apertura del sepulcro de Santa Teresa de Jesús, un ritual que no se veía desde 1914 y que ha arrancado este domingo 11 de mayo con un despliegue más propio de una coronación real que de una ceremonia litúrgica.
No se trata de una misa cualquiera. Durante 15 días seguidos, de 9:00 a 23:00 horas, el cuerpo incorrupto de la santa —muerta en 1582— podrá ser venerado por el público como si el tiempo no pasara. Esto solo ha ocurrido dos veces en la historia moderna, y ahora, en 2025, se ha vuelto a levantar la losa del sepulcro para quienes buscan lo eterno… o, al menos, un selfie cargado de misticismo.
El acto de apertura ha incluido tañido solemne de campanas, presencias institucionales de peso como el presidente de la Junta, el obispo de Salamanca, el superior provincial de los Carmelitas, el consejero de Cultura, la alcaldesa y, por supuesto, la entrega ceremonial de “la llave de la Basílica”. Nada faltó en este show de espiritualidad barroca.
Como si fuera una alfombra roja del alma, en las próximas jornadas se sucederán misas solemnes presididas por arzobispos, cardenales y hasta el nuncio apostólico ante la UE. Habrá también visitas ilustres como el duque de Alba, una procesión monumental con cofradías importadas, una vigilia nocturna, y el debut escultórico de “Vera Effigies”, un busto de la santa realizado por una artista australiana traída especialmente para la ocasión. Porque sí, hasta las esculturas tienen estreno oficial.
Para los fieles, el cuerpo de Teresa luce igual que en 1914, lo cual parece un pequeño milagro en sí. Pero el mensaje oficial va más allá del morbo: según el prior de los Carmelitas, "hay que trascender la imagen visual" y contemplar su legado como doctora de la Iglesia, mística y figura literaria. Aunque entre los flashes, los himnos y las capas pluviales, lo difícil es no fijarse en lo visual.
Desde lo simbólico a lo estrafalario, la celebración incluye hasta a Hakuna, un grupo católico juvenil de moda, que pondrá banda sonora a la misa y dirigirá una “hora santa” digna de TikTok espiritual. La clausura será el 25 de mayo, con misa solemne y presencia confirmada de obispos, autoridades académicas y civiles… porque en Alba de Tormes, este mes, hasta el más escéptico se santigua al pasar.
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