Unos 55.000 gallegos padecen glaucoma, pero un 50 por ciento de los afectados lo desconoce
Galicia presenta una prevalencia un poco superior al resto de comunidades debido a características especiales de la población
Unos 55.000 gallegos padecen glaucoma, de los cuales unos 34.000 son mayores de 50 años, pero un 50 por ciento de la población desconoce que sufre esta enfermedad ocular de carácter crónico y que supone la segunda causa de ceguera en los países desarrollados.
Así lo explicó en rueda de prensa el presidente de la Sociedad Gallega de Oftalmología, Francisco Gómez-Ulla, quien subrayó que se trata de una enfermedad infradiagnosticada e infratratada porque la mitad de los afectados no están diagnosticados.
Además, en el caso concreto de la provincia de A Coruña indicó que hay unos 23.000 afectados, de los cuales unos 2.000 pacientes corresponden al área de Santiago de Compostela.
El glaucoma es un trastorno frecuente del ojo en el cual el nervio óptico está dañado, hay una pérdida característica de campo visual o ambos. Además, la presión intraocular está elevada en más de la mitad de los casos. Hace años, según recordó Gómez-Ulla, la enfermedad era conocida como la ceguera silenciosa y añadió que tiene cierta carga genética, por lo que puede ser hereditaria.
Gómez-Ulla comentó que esta enfermedad crónica puede progresar hasta la ceguera si no es diagnosticada y tratada a tiempo. Según añadió, en el año 2020, un millón de personas en el país padecerán esta patología.
Según apuntó, la prevalencia del glaucoma entre la población de más de 40 años es de un dos por ciento, mientras que se sitúa en un tres por ciento entre los mayores de 50 años. En Galicia, por características especiales de población la prevalencia es mayor, matizó el presidente de la Sociedad Gallega de Oftalmología.
CEGUERA
El oftalmólogo Francisco Gómez-Ulla señaló que la posibilidad de ceguera en un paciente con glaucoma es del 54 por ciento en el caso de un ojo y del 22 por ciento en ambos.
En esta línea, manifestó que el objetivo de los especialistas es que los pacientes mantengan la visión y la calidad de vida, pera lo que consideró fundamental que el afectado cumpla el tratamiento.
Al respecto, sostuvo que si el tratamiento al que es sometido el paciente, con gotas, no es suficiente se puede recurrir al láser y como último recurso a la cirugía.
De este modo, la jefa del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico de Santiago, María Teresa Rodríguez, explicó los efectos adversos de los colirios empleados con conservantes porque pueden alterar células de la conjuntiva o de la córnea, lo que provoca ojos secos o rojeces.
SIN CONSERVANTES
Por ello insistió en que los fármacos con conservantes reducen al eficacia del tratamiento y los pacientes no lo cumplen. Así consideró de gran utilidad poner disponer de un fármaco sin conservantes como el tafluprost, que es la primera prostaglandina sin conservantes para uso oftálmico en España.
En este sentido, afirmó que los fármacos sin conservantes mejoran la situación del paciente, ya que llevan tratamiento que van a durar casi toda la vida porque es una enfermedad crónica. No obstante, reconoció que este tipo de colirios son monodosis, lo que supone un coste mayor, por lo que las industrias farmacéuticas no los fabrican así.
Los tratamientos han evolucionado en los últimos años, según afirmaron ambos especialistas, y han pasado de emplearse fármacos a aplicar 3-4 veces al día al nuevo puesto en el mercado sin conservantes y que requiere una gota diaria.
Con todo, los doctores Gómez-Ulla y María Teresa Rodríguez recalcaron la importancia de que el afectado acuda a realizarse controles rutinarios casa seis meses o anuales. Al respecto, destacaron la carga asistencial que el glaucoma supone en las consultas cuando los pacientes tienen efectos adversos.
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