El 30% de menores españoles presenta un exceso de peso

Un niño con flotador sentado al borde de la piscina.
Un niño con flotador sentado al borde de la piscina.

Un nuevo informe del Ministerio de Sanidad muestra que tres de cada diez niños en España tienen sobrepeso u obesidad. El 22,6% presenta sobrepeso, el 8,7% obesidad y un 2% obesidad severa. El estudio se basa en datos de más de 237.000 menores atendidos en Atención Primaria en 2023. Aunque la prevalencia general se mantiene estable, el ministerio alerta de una situación “preocupante”, con mayor incidencia en adolescentes, menores de familias con bajos ingresos y en aquellos con otras patologías.

El informe recoge que la obesidad afecta más a niños con menor renta familiar y, hasta los 4 años, a nacidos en el extranjero. A partir de los 6 años, esta tendencia cambia. Los niños con obesidad presentan más enfermedades desde edades tempranas y consumen entre un 20% y un 60% más medicamentos. “A partir de los 6 años, esta población ya muestra una mayor carga de enfermedad que sus compañeros sin obesidad”, señala el informe.

Entre los trastornos más frecuentes se encuentran depresión, ansiedad, estrés postraumático, quistes pilonidales, uña encarnada, esguinces, osteocondrosis y problemas musculoesqueléticos. Las enfermedades cardiovasculares, hepáticas, menstruales, respiratorias, hormonales y nutricionales también afectan con más frecuencia. La presión arterial alta llega a ser hasta siete veces más común entre los 6 y los 14 años.

Los niños con obesidad consumen más psicofármacos, antifúngicos y medicamentos para el asma. “El consumo de antidepresivos es hasta cuatro veces mayor a los 14 años”, señala el estudio. Las niñas con obesidad usan el doble de psicoestimulantes a esa edad. También aumentan el uso de escabicidas y antifúngicos en la primera infancia. Este aumento del consumo farmacológico pone en evidencia una relación directa entre el exceso de peso y la complejidad del manejo clínico pediátrico.

Uso del sistema

En cuanto al uso del sistema sanitario, el informe destaca que los menores con obesidad, desde los 4 años, realizan un 20% más visitas a atención primaria y un 20-30% más de interconsultas, sobre todo en pediatría, psiquiatría, urgencias y rehabilitación.

Se realizan entre 1,5 y 2 veces más análisis de laboratorio a partir de los 6 años. No se detectan diferencias relevantes en la solicitud de pruebas de imagen. El incremento de pruebas y derivaciones genera además una mayor presión asistencial en los servicios sanitarios infantiles.

El estudio también advierte de que la obesidad infantil puede derivar en una cronificación de la enfermedad, con consecuencias a largo plazo en la edad adulta. “Es fundamental intervenir de forma precoz, desde los primeros años de vida, para frenar esta tendencia”, indica el documento. Además, el informe resalta la necesidad de estrategias coordinadas entre sanidad, educación y políticas sociales para abordar esta realidad.

Señala que la prevención y promoción de hábitos saludables en la infancia resultan claves para evitar una escalada del problema y el Ministerio de Sanidad insiste en que se deben reforzar las intervenciones comunitarias y escolares.

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