Casi 138 millones de niños se someten a trabajos infantiles
La agricultura concentra hasta el 61% de los casos, seguida del sector servicios y la industria
En 2024, casi 138 millones de niños en el mundo estaban sometidos al trabajo infantil, de los cuales 54 millones realizaban trabajos peligrosos que amenazan su salud, seguridad y desarrollo. Así lo señala el informe publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y UNICEF, que muestra una ligera mejora respecto a 2020, aunque aún muy lejos de cumplir el objetivo internacional de erradicar el trabajo infantil antes de 2025.
El documento, titulado “Trabajo infantil: estimaciones mundiales en 2024, tendencias y camino a seguir”, se presentó con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil (12 de junio) y el Día Internacional del Juego (11 de junio), con el fin de llamar la atención sobre los derechos vulnerados de millones de menores.
Desde 2020, el número de niños trabajadores descendió en más de 20 millones, lo que supone un cambio de tendencia respecto al aumento registrado entre 2016 y 2020. No obstante, el informe alerta de que el ritmo de progreso es insuficiente y que se necesitaría avanzar 11 veces más rápido para lograr la erradicación total en los próximos cinco años. “El ritmo de erradicación sigue siendo demasiado lento”, subrayan OIT y UNICEF.
El director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo, calificó los resultados como una señal de “esperanza”, ya que “demuestran que es posible avanzar”. Aun así, recordó que “los niños tienen que ir a la escuela, no a trabajar” y pidió apoyar a las familias: “Los progenitores deben tener acceso a trabajos decentes para evitar que sus hijos se vean obligados a trabajar”. También alertó: “No debemos perder de vista el largo camino que nos queda”.
La agricultura como líder
Por sectores, la agricultura concentra el 61% de los casos, seguida de los servicios (27%), que incluye el trabajo doméstico y la venta ambulante, y la industria (13%), donde destacan la minería o la fabricación. Por regiones, Asia y el Pacífico logró una caída significativa (del 6% al 3%), mientras que en América Latina y el Caribe las cifras se mantuvieron estables con leve mejora. En África Subsahariana, donde trabajan cerca de 87 millones de niños, la situación sigue siendo crítica: aunque la tasa bajó del 24% al 22%, el número total apenas cambió.
El informe también analiza diferencias de género: los niños varones tienen más probabilidades de estar en trabajo infantil, mientras que las niñas son más propensas a realizar trabajo doméstico no remunerado cuando supera las 21 horas semanales.
Desde el año 2000, el trabajo infantil se redujo casi a la mitad, pasando de 246 millones a 138 millones de niños. Sin embargo, las organizaciones advierten que una reducción en la financiación para educación, protección social o recolección de datos podría revertir este progreso. “Si se reduce el apoyo, muchas familias vulnerables podrían verse obligadas a enviar a sus hijos a trabajar”, alertan.
Además, subrayan que el trabajo infantil compromete la educación, restringe los derechos de los menores, limita sus oportunidades futuras y los expone a daños físicos y psicológicos. Insisten en que es consecuencia directa de la pobreza, la exclusión social y la falta de acceso a una educación de calidad, perpetuando así los ciclos de pobreza intergeneracional. Por ello, piden aumentar y mantener la inversión internacional y nacional para combatir las causas estructurales del problema.
Contenido patrocinado
También te puede interesar