Soutomaior brinda un musical homenaje a Juana de Vega
La Deputación promovió un acto en los jardines de Soutomaior, en recuerdo a la memoria de la activista y escritora en el 150 aniversario de su fallecimiento
La música de violín que tanto apreciaba como mecenas estuvo presente ayer en el homenaje promovido por la Deputación a la activista y escritora Juana de Vega (1805-1872), en el día que se cumplen el 150 aniversario de su fallecimiento. En los Xardíns do Castelo de Soutomaior, y ante una camelia que lleva su nombre, la presidenta Carmela Silva, junto a la arquitecta y representante de la Fundación Juana de Vega, Teresa Táboas, el alcalde Agustín Reguera y la jefa de Servicios de Areeiro, Carmen Salinero, ensalzaron la figura de Juana de Vega y su importancia en el siglo XIX, que destacó especialmente por su labor en favor de las personas más desfavorecidas y también por su papel como mecenas cultural. En la cita actuaron las violinistas Xela Conde y Sara Bonner, ambas integrantes de la orquesta Sondeseu, que interpretaron tres piezas.
La presidenta de la deputación, Carmela Silva, destacó que Juana de Vega pertenece a esa generación de mujeres del siglo XIX y XX “que hicieron una gran revolución silenciada y ocultada, que fueron innovadoras, que se enfrentaron a muchas dificultades y de las que somos herederas” y que “dejaron un legado de ideas que no solo están vigentes, sino que están plenamente vigentes. Se siguen en muchos lugares del mundo aquellas ideas de la educación como instrumento para favorecer la igualdad de oportunidades y estas mujeres ya hablaban de la importancia de la cultura como elemento transformador de la sociedad. estas mujeres escribían, viajaban, creaban redes y tenían ideas innovadoras para transformar el mundo y el conjunto de la sociedad. Tenemos que celebrar y poner en el centro del discurso político, hacer que sean ejemplo para seguir avanzando y por eso homenajeamos a Juana de Vega, que fue una mujer increíble, cuklta, liberal, progresista, que apostaba por un modelo económico avanzado en el que pesaban más las clases con menor capcidad económica, que entendía que había que crear instrumentos para vivir con dignidad y con una clara idea de cohesión social".
Citó el hecho de que su marido, Espoz y Mina, si está en los libros de historia “era admirable, pero ella fue tan admirable o más que él”. Con la camelia que lleva su nombre, al igual que las restantes que integran este espacio, destacó que “celebramos a las mujeres que dejaron una fuerte pegada y queremos despertar la necesidad de que la gente conozca tanto a Juana de Vega como a otras mujeres, dentro de nuestra apuesta por la igualdad como centro de acción”.
Carmen Salinero, por su parte, fue la encargada de hacer una retrospectiva de Juana de Vega, para quien ella propuso el nombre de una de las camelias del jardín. “No solo queremos hablar de igualdad, sino que eso sea un vehículo para conocer a mujeres que sin ellas la sociedad no sería la misma, y pusieron una piedra enorme para esta sociedad actual”, declaró Salinero. Mencionó también su relación con Concepción Arenal, así cómo su labor en la creación de escuelas.
Teresa Táboas, vocal de la Fundación Juana de Vega, continúa con su legado mostrando su agradecimiento por pertenecer y representar a la entidad que “sigue con el legado dejado por Juana de Vega y de esas mujeres que rompen con los tiempos y son capaces de hacer temblar los cimientos de una sociedad aún atrasada en comparación con otras más adelantadas”, como Pardo Bazán o Concepción Arenal, “mujeres gallegas que marcaron época”. Destacó la creación del jardín en el que se celebró el acto, “porque que se esté apostando por darles nombre a estas mujeres a través de cosas tan sensibles como una planta, una camelia, para que las recordemos siempre, me parece un acto de romanticismo".
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