El PP estudiará la viabilidad de la compra de Villa Elisa

El grupo municipal del PP de Redondela asegura que no hay un supuesto principio de acuerdo entre el ejecutivo y los populares para comprar Villa Elisa con el objetivo de destinar este histórico inmueble a Biblioteca Municipal. El PP recuerda que el volumen de la operación exige que sea aprobado en el pleno de la corporación, en el que el PP es la fuerza mayoritaria. Por ello, reprochó que el gobierno local lo de por asegurado y le pidió que rectifique y que actúe con “seriedad y transparencia” en esta operación.

Los populares revelaron que simplemente aceptaron reunirse con el ejecutivo y estudiar la documentación, “que es lo que tenemos que hacer, puesto que somos un partido muy responsable y siempre trabajamos a favor de los intereses generales de los vecinos”, pero advirtieron que, en ningún caso, se comprometieron a apoyar la compra, como se informó desde el gobierno local, hasta que no estudien y analicen todos los detalles en los próximos días.

En primera instancia, el Partido Popular ve como positiva la incorporación de Villa Elisa al patrimonio municipal, pero, por otra parte, también tiene dudas por el coste de la compra, cifrado en 700.000 euros, a los que habría que añadir otra cantidad importante para la rehabilitación y el acondicionamiento.

Además, el PP también indicó que esta operación podría poner en riesgo otras inversiones muy necesarias, comprometidas o anunciadas, como el pabellón y el proyecto de la escuela infantil de Chapela, la reforma del conservatorio, la modernización de la Plaza de Abastos, la Avenida Mendiño o el auditorio, entre otros, dada la mala situación de las arcas municipales. “La compra puede ser interesante, pero tiene pros y contras, porque el Concello está muy ahogado económicamente y no hay fondos para todo”, señalaron.

Los populares añadieron que esta adquisición puede tener otros obstáculos por la “falta de fiabilidad” de la alcaldesa Digna Rivas, ya que recordaron que en 2019 hubo un acuerdo PP-PSOE, siendo Javier Bas el regidor, para comprar el convento de Vilavella como espacio institucional, turístico y sociocultural con independencia del resultado de las municipales de aquel año y la candidata socialista, que se negó a firmarlo, no lo cumplió en seis años.