La nave incendiada en Ponte Sampaio, un polvorín que no tenía licencia
La nave utilizada por el Grupo Nogar como almacén de cereales y pipas de girasol no tenía sistema de extinción. El operario herido, concejal del PSOE en Marín, muy grave con el 85% del cuerpo quemado
“Estamos vivos y bien por suerte. Si la explosión que se produjo nos hubiera pillado trabajando dentro, nos habría pasado lo mismo que al trabajador que resultó herido grave y con quemaduras en gran parte del cuerpo”, aseguraba ayer Carlos Bas, responsable de Protección Civil de Soutomaior y uno de los primeros cuerpos de emergencia que llegaron a la antigua nave de Pontesa (perteneciente el extinto Grupo Álvarez), en Ponte Sampaio, en el municipio de Pontevedra, cuando se declaró el incendio que terminó en tragedia.
La construcción que se encuentra en el margen derecho de la N-550 en sentido Arcade son unos 40.000 m², de los que el 70% se encontraba ocupado por el almacén de granos y pipas de cereales perteneciente a la empresa Nogar, de Ceferino Nogueira. El resto del gran recinto estaba dividido en almacenes de madera y oros productos. La actividad que se desarrolla en su interior, sin embargo, no estaba en conocimiento del Ayuntamiento de Pontevedra. Así lo manifestó la concejal de Protección y Seguridad Ciudadana, Eva Vilaverde, que aseguró que “no tenía licencia” y que carecía de cualquier medida de seguridad obligatoria para el almacenamiento de grano por lo que se vivió una situación de “auténtico peligro”. El combate al fuego fue, desde el primer momento, “muy complicado”, explica Carlos Bas. El fuego había comenzado en una pila de restos de pipas de girasol que estaba autocombustionándose y que se encontraba en medio de otros restos de cereales. “La situación parecía controlada” y se comenzó a sacar al exterior el material en combustión con la ayuda de una pala “cuando se produjo una reacción en cadena y se originó la explosión que, a su vez, provocó una gran llama que llegó hasta la cubierta de la nave y el material inflamable que la recubre. Nadie preveía la reacción que se produjo”, asegura. El resultado fue tres personas heridas, una de ellas de extrema gravedad.
El Ayuntamiento de Pontevedra cerrará actividad en la nave
La concejala de Protección y Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Pontevedra, Eva Vilaverde, confirmó ayer que ahora "toca ordenar el cese inmediato de la actividad" y estudiar posibles sanciones en la nave de Ponte Sampaio porque "no tenía licencia de actividad". La edil indicó que "fue una extinción compleja por la temperatura que se alcanzó", puesto que "se trata de un material inflamable acumulado en toneladas, que produce unas temperaturas muy altas y con unas consecuencias que fueron graves". “Nos encontramos allí con un auténtico polvorín, con toneladas de material inflamable: grano, cereal, pipas de girasol. En unas naves de gran altura, con 15 metros de altura de cereal, sin las más mínimas medidas de seguridad, sin sistema de extinción de incendios”, detalló Vilaverde.
Asimismo, constató que sobre estas instalaciones "no hay cambio de titularidad ni solicitud para almacén o cualquier otro tipo de actividad" en los registros municipales. "No nos consta actividad y, por lo tanto, tampoco ningún titular".
Recordó además que una nave de almacenaje de estos productos debe estar preparada para que no haya humedad, con medidas para enfriar el material en caso de alerta, con hidrantes para utilizar en caso de incendio y, sin embargo, en esta situación de emergencia "no teníamos nada".
En este contexto, "fue un auténtico peligro" que llevó al Ayuntamiento de Pontevedra "a valorar la posibilidad de confinar a los vecinos de Ponte Sampaio".
Ahora, será la Policía Judicial la que investigue lo ocurrido y "por parte del Ayuntamiento, toca ordenar el cese inmediato de la actividad, incoar el expediente de reposición de la legalidad y los servicios jurídicos municipales están estudiando a quién corresponde abrir el expediente sancionador".
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