La iglesia de Reboreda recupera su campanario barroco

El maestro cantero Pelayo Alfaya inició el proceso de reconstrucción en el suelo en agosto de 2022 y ahora se recolocó en el templo

Vuelven a sonar las campanas en Reboreda después de su restauración por un rayo

La iglesia de Santa María de Reboreda recuperó ayer su campanario tras los graves daños sufridos por el impacto de un rayo en marzo de 2022. Vecinos y curiosos se reunieron en el templo, del siglo XVII, para celebrar la inauguración de la cúpula, un evento que coincidió con el inicio de la novena en honor a la Virgen María, patrona del santuario.

Los eventos empezaron por la tarde, con la celebración de un taller de toques de campana impartido por la asociación cultural “Campaneros de Galicia”, que fue seguido del repique y volteo de campanas para la novena.

Rogelio Vieites, miembro de “Campaneros de Galicia”, aseguró que fue “una jornada muy concurrida”. “Aún no acabó el día, pero ya hemos contado con 20 participantes en el taller y hay unos 100 curiosos. Algunos se atreven a subir hasta el campanario, pero otros no”, explicó, no sin añadir que el campanario de Reboreda es “majestuoso” por sus características y gran espacio.

Entre los participantes, de todas las franjas de edades, destacó especialmente la presencia infantil, con varios participantes menores de ocho años y otros entre los 12 y 15 años, que querían conocer el funcionamiento y las caracteristicas de las campanas de Reboreda.

El 8 de marzo de 2022, la cúpula del campanario barroco de la iglesia de Santa María de Reboreda sufrió el impacto de un rayo que provocó la caída de más de cien bloques de piedra y afectó al tejado del templo y a la balaustrada del campanario. A pesar de ello, las campanas permanecieron intactas.

En los meses siguientes, bajo la dirección del maestro cantero Pelayo Alfaya, se inició el proceso de restauración: la recolocación en el suelo de los bloques y su clasificación para evaluar el estado de conservación. Durante el verano de 2022, se realizó un premontaje a tamaño natural en el atrio, embarcándose en un complejo rompecabezas de más de 22 toneladas de piedra, integrando bloques recuperados y diez nuevas piezas. La Xunta aprobó, posteriormente, un presupuesto de 300.000 euros para completar la obra: consolidación estructural en la fachada y de la cúpula en su emplazamiento original, una obra que quedó finalizada ayer con la bendición del obispo, Antonio Valín, a la torre del campanario.

La iglesia consta de tres campanas: la mayor, de 90 centímetros de diámetro y 423 kilos de peso, fue fundida en 1997 por Abel Portilla, en Cantabria; la mediana, de 72 centímetros de diámetro y 217 kilos de peso, y la pequeña, de 52 centímetros de diámetro y 82 kilos de peso, fueron fundidas en 1962 por la “Casa Cabrillo” en Salamanca.

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