El juzgado de Porriño archiva la causa por el crimen del pozo

Cuatro años después del hallazgo en un pozo de O Cerquido de un cadáver saponificado, en lo que fue uno de los casos más complejos a los que se tuvo que enfrentar la Guardia civil, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Porriño ha acordado el archivo de la investigación judicial tal y como habían solicitado Fiscalía y defensa.

En un auto de este mismo miércoles, la titular considera que de las diligencias realizadas hasta la fecha no ha podido justificarse la perpetración del delito de homicidio por parte de los tres investigados y decreta el sobreseimiento provisional la causa por la muerte violenta del ciudadano portugués afincado en Vigo, Carlos Alberto Videira.

El juzgado señala que la decisión se ha adoptado tras la práctica de las últimas diligencias pendientes, el posicionamiento de los teléfonos y después de una compleja y larga investigación que apuntaba a tres presuntos implicados, el dueño del taller donde trabajaba la víctima y otros dos conocidos quienes supuestamente se habrían llevado a Carlos el día en el que éste habría desaparecido, en octubre de 2018, en una furgoneta desde dicho taller en Severino Cobas, en Vigo. Siempre según el relato del primero, regresaron con el vehículo pero sin la víctima. Estos dos fueron detenidos y llegaron a estar en prisión.

Según el auto, de lo actuado, incluido el posicionamiento de los móviles, sí se puede probar que los coacusados estuvieron juntos en el taller pero no de forma concluyente que trasladaran en la furgoneta a la víctima ni que ese día fueran hasta el pozo. Añade que tampoco hay certezas sobre cuándo fue arrojado el cadáver, ya que el propietario de la finca aseguró que no había nada en 2020. Asegura la jueza, que la propia autopsia realizada al cuerpo, por su estado, no pudo ayudar en este aspecto, por lo que finalmente acuerda el sobreseimiento provisional de la causa.