“Al PSOE le preocupa Marcial Dorado y yo estoy en la calle"

El arousano Manuel Fernández Padín ganó titulares como arrepentido del narcotráfico y testigo de cargo protegido al lado de Portabales -desaparecido desde hace años- en la famosa operación Nécora que lideró el entonces juez estrella Baltasar Garzón. Eso fue hace muchos años, en los noventa, y ahora Padín es una persona que vive literalmente en la calle, en un coche aparcado a menudo en Pontevedra, y que sobrevive con una ayuda de 500 euros y algo que recibe de Cáritas. Y poco más. “Al PSOE le preocupa mucho la relación de Marcial Dorado y Feijóo y el narcotráfico, pero a mí me ha dejado tirado”, contaba ayer, en una de las múltiples entrevistas que realizó a lo largo del día tras conocerse su situación.

“No pido pisos ni dinero como dicen por ahí en las redes sociales, pido lo que dijo Javier Zaragoza -el fiscal del caso- que iban a hacer cotizaciones por mí, ahora con tres operaciones no tengo ni 15 años cotizados, por eso no me corresponde una pensión contributiva”, explica. Y explica que en esos años “en que me tienen secuestrado (la protección policial), no pude trabajar, tuve que obedecer a las autoridades de la Audiencia Nacional y del Ministerio del Interior, yo renuncié a la escolta, y eso que Garzón decía que había que protegerme de por vida, siempre lo dijeron, pero no cumplieron”.

Su reivindicación es conseguir una pensión normal “como cualquiera, si me cotizan los 20 años que me tuvieron ‘secuestrado’, esto es de primero de Derecho, y de primero de socialismo, pero son duros con los más débiles, como yo". Mantiene Fernández Padín que si le reconocen los 20 años “que me tuvieron secuestrado, cuando estaba protegido y no podía trabajar ni hacer nada”, ya tendría derecho a una pensión contributiva, "no pido más".

Explica que tiene un hijo con discapacidad y que tutela un sobrino hijo de extoxicómanos que fallecieron, “por lo tanto, a ver qué hago con 500 euros, no tienes derecho ni a una habitación, que se lo hagan ver y que dejen de robar”. Ironiza sobre su papel de colaboración con la Justicia, “pues que hagan lo mismo Abalos, Koldo o Cerdán”.

“Ya ganaron unas elecciones diciendo que Feijoo andaba con Marcial Dorado y sacando fotos en el Congreso, como que les preocupaba mucho el narcotráfico, y ahora me dejan en la calle muriéndome, al testigo protegido de la operación Nécora, es una incongruencia y una contradicción”.