“Con esta prótesis puedo hacer la rotación de rodilla y sentir el suelo que piso”

Un accidente de moto en 2009 dejó a Alejandro Coego Barcia (Pontevedra) sin su pierna derecha. Actualmente tiene 43 años y es el primer paciente del Sergas que fue sometido a una implantación de prótesis osteointegrada en una cirugía en Montecelo, centro hospitalario en el que ayer narró su experiencia en el Osteoforum Galicia.

¿Cómo fue todo el proceso hasta la operación?

Yo llevaba ya 16 años alternando varias prótesis y la verdad es que estaba acostumbrado a ello. Cuando te amputan una pierna te adaptas y aprendes a vivir así, aunque es muy doloroso. Fue en un accidente con la moto desde Moraña a Campo Lameiro donde sufrí un traumatismo muy grave. A pesar de todo, no dejé de conducir y de intentar llevar una vida normal, pero el año pasado, la jefa de traumatología del CHUP y su equipo me hablaron de esta posibilidad de cirugía, que estaban probando y permitiría la remodelación del muñón. Al principio no lo vi claro. Además, soy diabético desde los 11 años, pero cuando me lo explicaron todo y de que eso no era ningún impedimento e incluso me hablaron de una conexión eléctrónica pensé: ¿qué interesante? Lo comenté con mi pareja, enfermera, y mi familia y me decidí a ello. En febrero me llamaron y en marzo comenzó la primera parte de la operación, que se hizo en dos partes, y afortunadamente todo fue bien.

¿Qué fue lo que le hicieron exactamente?

La osteointegración que me realizaron consistió en la colocación de una prótesis de titanio directamente conectada al fémur, puesto que mi amputación fue por encima de la rodilla (supracondílea). En la primera vez que pasé por quirófano se implantó ese sistema de anclaje directamente en el hueso y en la segunda me integraron la prótesis externa. Además tiene una c-leg, una rodilla electrónica que se maneja por ordenador.

¿Cómo fue la recuperación?

Fue dura y dolorosa. Me dieron 17 puntos y pusieron 16 grapas en el muñón. Estuve 4 días en la cama y un mes aproximado de recuperación porque al final es adaptarte a una nueva prótesis muy diferente a lo que llevaba viviendo los últimos años, pero estoy muy contento.

¿Cuáles fueron las mejoras que supuso para su vida esta prótesis?

Todo. Si el dolor fue intenso, ahora tengo movilidad en los músculos del muñón. Con esta prótesis puedo hacer la totación de rodilla y sentir el suelo que piso porque tiene un sistema de vibración con el que puedo notar si estoy sobre blando o duro, siento la hierba… La primera vez que sentí eso fue muy emocionante. Luego, la prótesis la coloco en 2 o 3 segundos, cuando en la anterior el proceso era tedioso porque precisaba de geles y silicona. Con esta gané en calidad de vida. Llevo una vida totalmente normal con, claro está, un proceso largo de recuperación.

Actualmente está en un proceso de rehabilitación. ¿Cómo lo lleva?

Voy todos los días desde las 9 hasta las 11.30 horas y es muy duro con ejercicios que hay que seguir a rajatabla, pero necesario para que la musculatura logre adaptarse y recuperarse en la medida de lo posible. Ten en cuenta que llevaba muchos años con un sistema muy diferente y ahora toca llevar otro distinto. Pero doy las gracias a todo el equipo del Servicio de Rehabilitación de Montecelo, a su jefa Teresa Jorge Mora, y a todo el equipo de Traumatología porque estoy muy contento con los resultados. Por eso quiero que mi caso anime a las personas a las que les ha pasado algo parecido a que no tengan miedo a someterse a cirugías osteointegradas porque vale la pena.

¿Tiene algunas limitaciones? ¿Cómo es su día a día?

Hay ciertas cosas que me es complicado realizar como correr por la playa, pero básicamente apenas tengo. Trabajaba como electromecánico cuando ocurrió el accidente e intento hacer una vida normal aunque con la consciencia de lo que tengo. Por ejemplo, estos días están siendo movidos por la atención de los medios y el movimiento aún me produce algo de dolor. Vivo en Pontevedra y es una placer poder participar en este foro de expertos, Osteoforum Galicia, en el que también estamos las personas amputadas. Es una maravilla lo que avanza la ciencia y la sanidad. Yo estaré eternamente agradecido