El Museo Provincial exhibe dos estatuas del Pórtico de la Gloria

La Diputación incorpora de nuevo las tallas de los profetas Elías y Enoc, originales del taller del Maestro Mateo del año 1188, a la colección permanente del Edificio Sarmiento

Ambas esculturas están en la exposición permanente del Edificio Sarmiento.
Ambas esculturas están en la exposición permanente del Edificio Sarmiento. | Iria Lorenzo

La Diputación incorporó para la exposición permanente del Museo de Pontevedra las estatuas de los profetas Enoc y Elías, realizadas por el taller del Maestro Mateo en el año 1188 para la fachada exterior del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago.

Las tallas fueron adquiridas por el Museo en 1956, pero estuvieron guardadas durante tiempo por diferentes vicisitudes y durante 11 años permanecieron en las salas de reserva, de donde solo salieron para algunas exposiciones temporales.

La directora del Museo, Ángeles Tilve, señaló que era “muy especial volver a tener expuestos los magníficos profetas del taller del Maestro Mateo, piezas estelares de la colección, que estuvieron expuestos en el Edificio García Flórez durante muchos años y después en este mismo claustro del Sarmiento en 2014”. Después, estuvieron en exposiciones muy importantes, como la dedicada a Mateo por el Museo del Prado (2016-2017) y posteriormente en el Pazo de Xelmírez de Santiago de Compostela (2017-2018) y, ya en 2024, en la misma ciudad, en la muestra “Hospitalitas” de la Fundación las Edades del Hombre.

Estas dos estatuas están consideradas las más notables de las siete que se conservan de la fachada exterior del Pórtico de la Gloria y, a pesar de que la identificación de los personajes está todavía en discusión, se considera que se corresponderían con los profetas del Antiguo Testamento, Enoc y Elías.

Ambas esculturas estuvieron en origen pegadas a las esquinas de la fachada exterior del Pórtico de la Gloria. Tras las obras que sufrió este conjunto escultórico de la catedral santiaguesa en 1520, los dos altorrelieves pasaron a manos privadas. El Museo de Pontevedra las compró en 1956 a los Condes de Gimonde, convirtiéndose en dos de las piezas más icónicas de su colección.

Las tallas, de más de 1,7 metros de altura cada una, destacan por su volumen, la disposición de las piernas, el tratamiento anatómico o la fisonomía de la barba y la cabellera. Las dos se exhiben en soportes de grandes dimensiones especialmente diseñados para ellas y donados por la Fundación Barrié.

La instalación de estas esculturas es el primer paso para completar el recorrido cronológico por la historia del arte gallego que ofrece el Museo, que va desde la prehistoria hasta el comienzo del siglo XXI, y que se desmontó en 2014.

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