Mar cierra al marisqueo toda la Ría por la toxina amnésica
Intecmar decretó la medida esta semana, que afecta a unos 300 mariscadores de las tres cofradías, impidiendo la recogida de berberecho, almeja y navaja tras unos meses complicados
El Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) decretó el cierre efectivo al marisqueo de las zonas IV y V, que afectan al fondo de la Ría de Pontevedra y a las tres cofradías de San Telmo, Lourizán y Raxó. La medida fue tomada por los técnicos tras la detección de ASP, conocida como toxina amnésica, en los últimos análisis del día 26 de agosto y, desde entonces, unos 300 mariscadores y mariscadoras no pueden capturar almeja, berberecho ni navaja.
Este cierre se suma a los otros ya decretados durante el mes de agosto en las zonas I, II y III, lo que significa que toda la Ría de Pontevedra permanece cerrada al marisqueo hasta nuevos análisis favorables. Desde las cofradías muestran resignación tras una temporada que no logró recuperar los índices de hace dos años, cuando tuvo lugar el descendo de la salinidad por las lluvias de 2023 provocando una elevada mortandad del marisco.
César Rodríguez, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores San Telmo, explica que “entendemos a medida, pero xa estivemos pechados uns días, voltamos o sábado e o luns ao marisqueo, e o martes á mañá xa nos comunicaron de novo o peche”. Ello lleva, según este trabajador del mar, a que muchos opten por pasarse a “outras artes coma a pesca do polbo”.
César Rodríguez afirma que la bajada de cuotas por el descenso de la productividad tampoco ayuda al sector. “Gañamos de media 800 ou 900 euros nun mes bo, e se lle quitas o de autónomos, queda sobre 500. Iso non da para vivir”, explica. Para el patrón mayor de San Telmo un aspecto importante es la recuperación de los bivalbos tras las siembras efectuadas, si bien, “para iso fan falta de media uns dous anos e medio e moitos aínda non teñen a talla mínima”.
Según Pescadegalicia, la lonja de Campelo (Poio) logró subastar en lo que va de año, 122.111,71 kilos, lo que supuso una facturación de 1,7 millones de euros. Sin embargo, en 2023, la rula pontevedresa vendió 291.226 kilos de bivalvos mayoritariamente, con una facturación de 4 millones de euros en los primeros siete meses del año, lo que supone que el sector descendió un 58% las capturas en solo dos años.
Las cofradías valoran con optimismo el inicio de la autorización para el dragado del río Lérez, que repercute en la productividad del fondo de la Ría, aunque con la cautela de 15 años de espera.
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