Manuel Moreu Munáiz: "Vigo es la perla de la construcción naval civil española con fuerza y masa critica"

Manuel Moreu (Pontevedra), es ingeniero naval, presidente de Seaplace, HI Ingeniería y Proyectos, y de Tubacex. El lnstituto de Ingeniería de España le otorgó la distinción ‘Magna Dedicatio Recognita’ por su labor al servicio de la ingeniería.

¿Qué supone para usted este reconocimiento por parte del sector?

Es un premio muy antiguo que se da con cuentagotas, por lo que somos muy pocos los premiados con esta medalla y ahí está su valor. Es la profesión la que premia la carrera. En mi caso, el haber estado en el Instituto pues también aporta el trabajo de apoyo a la profesión porque participar en el IIE es empujar la profesión y creo que la sociedad no es consciente del valor que tiene la Ingeniería. Tenemos que industrializar España y también Europa. Llevamos casi 15 años muy preocupados por la industrialización y empujando un pacto y no hemos sido capaces de que nuestra industria crezca en lugar de seguir menguando. La industria es la que da los trabajos de mayor calidad y es algo muy necesario. Europa acaba de despertar del problema que tenemos con los costes de la energía del personal. El absentismo laboral es una gangrena que Europa no puede atajar, y lo que distorsiona el hecho de que las personas tengan bajas que puedan alargarlas sin certificado médico, etc. Tenemos un absentismo del 15%, cuando lo normal es tenerlo del 3% y hay un porcentaje que tiene un absentismo desbocado que no hay manera de eliminar.

¿Qué proyectos más importantes está desarrollando Seaplace con el sector de los astilleros?

Estamos trabajando con Freire y proyectando dos buques con ellos. También estamos construyendo un buque en Armón y tenemos distintas ofertas en otros astilleros de Vigo, donde se mantiene la masa crítica necesaria para que la construcción naval tenga pujanza. Vigo es un centro con muchísima fuerza y muy necesario. Vigo es la perla de la construcción naval civil española. En cuanto a Tubacex estamos trabajando en una fábrica en Emiratos Árabes para terminar los tubos de producción de gas. Es una conexión muy importante y la única que cumple con la normativa actual. También estamos en el sector nuclear trabajando con los tubos de los puentes especiales de los satélites. En el mundo aeronáutico también utilizamos la tubería. Tenemos 25 fábricas en todo el mundo y Galicia aporta conocimiento en algunas áreas.

¿Cuál cree que es el futuro del sector naval en Galicia? y ¿Qué otras alternativas industriales ve en la provincia?

Galicia tiene unos empresarios con mucha madera y otros muchos estamos fuera, pero tiene una manera de trabajar y, sobre todo, con gente que empieza desde abajo que es capaz de poner empresas en marcha, lo que es tremendamente meritorio. Lo que pasa que les falta tamaño y les falta el poder financiero para crecer. Si hubiera que elegir una Comunidad de España en la que centrar la construcción naval, sin duda, sería Galicia. Venimos de unas crisis terroríficas y seguimos considerados como un sector maldito, pero los astilleros fueron haciendo una labor de eficiencia, ya que hay magníficas subcontratas en Vigo para apoyar a la construcción naval y estamos haciendo barcos de muchísimo valor para todos los países avanzados del mundo. Estamos haciendo buques de investigación oceanográfica en Freire para Arabia Saudí y el barco de apoyo a buceadores de la Armada que también se está haciendo en Freire. Es la primera vez que la Armada contrata uno de sus barcos fuera de Navantia.

Respecto a la eólica marina, ¿qué opciones tendría en Galicia? ¿Sería una buena alternativa de energía renovable?

Lo que tenemos que lograr es una independencia energética. Nosotros mismos nos ponemos palos en las ruedas para poder desarrollar nuestros propios recursos naturales. La eólica marina es una buena opción porque estamos construyendo para otros países europeos y para Estados Unidos equipamientos de muchísimo valor. Estamos exportando el equipamiento para Francia, España y EE.UU, por lo que sería muy importante para nosotros, pero aún no hemos hecho nada de eólica marina en España. Personalmente, soy muy pesimista en este sector porque para eso hay que tener una determinación muy grande. En la época de Zapatero, cuando se aprobó el plan de las renovables, la eólica marina tenía una capacidad prevista muy superior a la fotovoltaica, pero se multiplicó por diez la fotovoltaica destrozando las estimaciones de sobrecostes que tenía ésta cuando el precio de la eólica era la mitad, y sin embargo no se aprobó ninguna propuesta. Eso ocurrió y no lo podemos olvidar. Galicia es el lugar idóneo para montar los equipos de la eólica marina. El recurso está en esta Comunidad Autónoma. Ahora, para poder ponerlo en marcha hay que permitir unos precios que compensen las enormes emisiones. Aquí tenemos una eólica terrestre y fotovoltaica potente, pero no están creciendo como se tiene previsto en el plan.

En una parte más personal, ¿qué le llevó a estudiar ingeniería?

Mi vocación era ser marino porque mi familia ha tenido relación con la mar y con la Armada, pero tengo un ‘handicap’, que es que la estomicina me dejó sordo y no pude entrar, así que tras el Preu, en la policlínica, me dijeron que estaba sordo del oído izquierdo. Del derecho me defiendo muy bien, pero me pongo siempre en la primera fila de los sitios para poder escuchar. Los equipos actuales son fantásticos y permiten que una persona como yo pueda defenderme trabajando con problemas reducidos. Yo nací en Pontevedra aunque me marché a los cinco años por el trabajo de mi padre, que era de Vigo, y mi madre todavía vive en Pontevedra, a sus 98 años, y pasa los veranos en el campo en Ponteareas. Yo sigo vinculado a aquí y me gustaría decir que el sector naval no somos como la película ‘Los lunes al sol’.