Así luce el Lago Castiñeiras, un oasis entre Vigo y Pontevedra
El Concello de Marín, junto a las comunidades de montes de San Xulián y Vilaboa recuperó este parque natural con senderos, nuevos merenderos, áreas recreativas y animales
Pasar un día en familia, comer en pleno bosque y disfrutar del medio natural sin riesgo son placeres que se pueden hacer en el renovado Parque de la Naturaleza del Lago Castiñeiras. Tras años de semiabandono, el Concello de Marín, a través del Plan de Sostenibilidad Turística invirtió 160.900 euros en su recuperación incluyendo la reparación del cauce del lago, que se quedaba sin agua en épocas de pocas lluvias, la instalación de nuevos merenderos, delimitación de sendas peatonales, nuevo aparcamiento, recuperación de fuentes y plantación de arboleda, además de un auditorio al aire libre.
La colaboración de las comunidades de Montes de San Xulián y Vilaboa permitieron también recuperar los lavaderos y asadores. Hay tres casetas con cuatro espacios para brasas casa una en las que es posible cocinar salvo declaración de riesgo extremo de incendio.
Siguiendo varias de las sendas, de dificultad media o baja, se pueden ver varias mámoas con un alto valor patrimonial. Además, existe un área infantil con columpios de madera con una tirolina próxima a la zona de animales. Actualmente, el parque cuenta con un amplio espacio reservado mayoritariamente para cabras, burros o caballos dotada con puentes, casetas para su resguardo y caminos de madera, pero es posible verlos e incluso darles de comer, lo que resulta un atractivo para los más pequeños.
A poco más de un kilómetro se encuentra otro de sus puntos interesantes: el mirador de Cotorredondo. Desde allí es posible contemplar la Ensenada de San Simón en la Ría de Vigo y la Ría de Pontevedra con una perspectiva única. El Concello de Marín también prevé la creación de un nuevo mirador con vistas al mar.
A mayores, el proyecto inclusivo con la Asociación Juan XXIII permitió la recuperación del Aula de la Naturaleza con el cuidado de la fauna silvestre por parte de personas con diversidad funcional.
De esta forma, el Lago Castiñeiras, creado de forma artificial en los años 50, y situado entre los municipios de Marín, Vilaboa, Moaña y Pontevedra, logró de nuevo su esplendor a 10 minutos en coche de la Boa Vila y a 20 de Vigo.
“Lo vimos en Google y nos sorprendió”
El área recreativa de Castiñeiras cuenta con más mesas de piedra situadas alrededor del lago. Hasta allí se acercaron ayer los jóvenes Diego y Sara, procedentes de O Porriño que, aseguran, “lo encontramos en Google y decidimos venir, pero al llegar nos sorprendió”. El espacio natural apenas se llena en estos días y supone un lugar agradable con sombra y sin ruidos. Para esta pareja porriñense lo más destacado es “la naturaleza y los senderos que hay. No pensábamos comer aquí, pero al verlo sacamos el táper y ya nos quedamos”.
Los jóvenes se mostraron sorprendidos por la poca publicidad del espacio, de hecho no existe apenas señalización hasta casi llegar al lugar. Sin embargo, actualmente dispone de un parking más respetuoso con el medioambiente y con mayor capacidad. Sara y Diego afirman que volverán, porque el Lago Castiñeiras siempre está abierto para quien ame la naturaleza.
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