Leonor recibe la Gran Cruz al Mérito Naval de manos de Felipe VI en Marín
Felipe VI presidió en la Escuela Naval Militar la ceremonia de jura de bandera de 86 aspirantes a guardiamarinas de primer curso y en la que 130 alumnos recibieron los Reales Despachos de Oficiales
La Escuela Naval Militar de Marín vivió ayer la jura de bandera de 86 aspirantes a guardiamarinas de primer curso y la entrega de despachos a 130 nuevos oficiales en una ceremonia histórica cargada de emoción, solemnidad y orgullo con la princesa Leonor como protagonista.
El acto comenzó con la formación del batallón de alumnos, entre los que se encontraba la Princesa de Asturias junto a sus compañeros de la Tercera Brigada, con un sonoro aplauso entre los centenares de invitados situados en las gradas. Tras la incorporación de la Bandera y la llegada del Comandante-Director de la Escuela Naval Militar, Pedro Cardona Suanzes, el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Piñeiro Sánchez, saludó a la ministra de Defensa, Margarita Robles. A continuación, unas salvas de honor lanzadas desde el buque escuela “Juan Sebastián de Elcano” anunciaron la llegada de los Reyes de España y de la Infanta Sofía bajo la interpretación del himno nacional por parte de la Banda de Música de la Escuela Naval Militar y varios ¡Viva España!
Felipe VI pasó revista a la tropa y saludó a las autoridades presentes, entre las que se encontraban el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Teodoro Esteban López Calderón; el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices; el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco; la vicerrectora del campus de la UVigo en Pontevedra, Eva Lantarón; y la alcaldesa de Marín, María Ramallo, entre otros.
La Familia Real se situó en la tribuna y Felipe VI con emoción contenida entregó la Gran Cruz al Mérito Naval con distintivo blanco a su hija, Leonor, y ambos se fundieron en un abrazo de emoción contenida. A continuación, la Princesa de Asturias, que ascendió a guardiamarina de segundo, se situó al lado del Rey, lugar el que vio desfilar a sus compañeros.
Una mujer hace historia
La ‘Salve Marinera’ dio paso a la jura de bandera de los 86 aspirantes de primero de la Escala de Oficiales, 7 de ellos mujeres, que desfilaron bajo la bandera de España. Después, recogieron su despacho los 130 oficiales, entre los que se encontraban 10 alumnos de Arabia Saudí y 20 licenciadas. Entre ellas, estaba Sara García-Cubillana López, Alférez de Navío, y número uno de su promoción, primera mujer de la Armada en lograrlo, motivo que le llevó a recibir de manos del Rey la Cruz al Mérito Naval, al mismo tiempo que Alfonso Rueda le hizo entrega del Sable de Oficial.
El Comandante-Director de la Escuela Naval de Marín, Pedro Cardona Suanzes, recordó, en una brillante intervención, la importancia del honor, el valor, la disciplina y la lealtad de la Armada a la sociedad española y defendió a los jóvenes alumnos por “su compromiso, responsabilidad y entrega. Confío en que esta experiencia humana os valga para toda la vida”.
Pedro Cardona expresó su orgullo por ver a la Familia Real como una más de la Armada y recordó a la Princesa de Asturias que la ENM “siempre será su casa”, al mismo tiempo que hizo hincapié en la lealtad de este Cuerpo del Ejército a la Corona.
Tras las palabras del Comandante de Navío, todo el batallón de alumnos y gran parte de las autoridades entonaron el Himno de la Armada Española.
Durante todo el acto, varias embarcaciones escoltaron al “Elcano”, atracado en el muelle de Torpedos, entre las que se encontraba el buque escuela “Ara Libertad”, de la Armada Argentina, con la isla de Tambo como testigo en un día con sol en el que se hizo Historia.
Un emotivo homenaje
El acto de jura de bandera y entrega de despachos incluyó un solemne homenaje a los militares fallecidos. Así, tras las condecoraciones, los ya aspirantes a guardiamarinas y los oficiales entonaron “La muerte no el final”, mientras una corona de laurel con la bandera de España se situaba frente a la cruz en la Escalera Monumental Cristóbal Colón.
El recuerdo finalizó con varios tiros de escopetas al aire y el respeto de los cuatro guardiamarinas que, mirando al cielo, se despidieron de los que ya no están. Finalmente, el batallón completo comenzó a desfilar a paso ligero con el aplauso de los asistentes, entre los que se encontraban muchos familiares.
Fue entonces cuando la Familia Real al completo bajó de la tribuna y posó para los medios y también para el público, de una manera más distendida manteniendo el protocolo (y con un saludo especial de Letizia a los medios de comunicación). El himno nacional los despidió con vítores, de nuevo, de ¡Viva España! y ¡Viva el Rey!
Entre las gradas, algunos padres y abuelos no ocultaron el orgullo de ver a los suyos recibir su despacho de oficial. Ese es el caso de Amalia, mujer de militar y cuyo hijo también se graduó ayer. “Estamos muy contentos y sabemos lo duro que es”. Entre los alumnos que juraron bandera se encontraban un aspirante procedente de Tailandia y otro de Ecuador.
Las pocas anécdotas de la jornada las protagonizó el calor, que provocó alguna indisposición y algunas personas del público que no encontraban su asiento. Toda la Familia Real también participó en un brindis con los invitados y autoridades.
La princesa de Asturias continuará con su formación militar y, para ello, ingresará en septiembre en la Academia General del Aire y del Espacio, en San Javier (Murcia). Sus compañeros seguirán su camino, la gran mayoría de ellos, dentro de la Armada.
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