Afapo abre su nuevo centro terapéutico en Pontevedra

La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Pontevedra y comarca (Afapo) abrió ayer su nuevo centro terapéutico, en el que podrá atender a 200 usuarios con demencias y a sus familias.

Las instalaciones, situadas en O Gorgullón, tienen 300 metros cuadrados de superficie, cuatro salas para realizar talleres de estimulación cognitiva y psicomotricidad, despachos de trabajadores sociales para orientar y ayudar a las familias y otro para realizar evaluaciones, a los que se suma un espacio con ordenadores de pantallas táctiles.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, inauguró esta sede, que tuvo un coste de 250.000 euros, un 40% de ellos subvencionados por el ente autonómico, un 50% por Afapo, y el restante aportado por el Concello de Pontevedra y la Diputación Provincial.

Rueda destacó el apoyo de la Xunta a la entidad, recordando que, desde el año 2012, le confía la gestión del Centro de Día de Alzhéimer en Pontevedra, con 35 plazas públicas, y que se concertaron otras 20 en los centros de Moraña y Marín. Si bien, el centro de Pontevedra resulta insuficiente ante la demanda creciente de usuarios, lo que hace que exista una lista de espera actual que se puede alargar meses.

Por eso, el objetivo del nuevo centro terapéutico es el de ser una opción para aquellas personas afectadas que están pendientes de una plaza pública o en trámites de su evaluación del grado de dependencia. El acceso al centro es compatible con las ayudas a la ley de dependencia y está enfocado a paliar el avance progresivo de la enfermedad.

Afapo realiza talleres para personas con deterioro leve o moderado, incluyendo terapias asistidas con animales y musicoterapia, y atiende actualmente a 400 personas en la comarca de Pontevedra.

Unas 18.000 personas con Alzhéimer

Afapo estima que hay unos 18.000 casos de personas afectadas por Alzhéimer en la provincia y pide a la Xunta un estudio epidemiológico para conocer mejor la dolencia.

Este incremento de casos se atribuye, en parte, a la pandemia, que aceleró el deterioro en personas que ya tenían predisposición, pero que se hizo evidente con la soledad y el confinamiento, según el presidente de Afapo, José Manuel Fontenla.

El responsable de la entidad recuerda la importancia de la combinación de terapias farmacológicas con otras sin medicación, ya que es, según la OMS, la única manera de frenar la enfermedad y mejorar la calidad de vida. "La estimulación es crucial, puesto que el deterioro avanza a pasos agigantados”, señaló.