Opinión

El Papa Hostias

El año empieza calentito. Como si fuera una premonición –o una profecía, viniendo de quien viene-, una mujer que agarró con firmeza el brazo al Papa Francisco, para contarle lo suyo, recibió un manotazo y una reprimenda sacra en toda regla, para que no le quedaran más ganas de retener el avance decidido de la cristiandad. 

Por supuesto el Papa ha pedido disculpas por haber perdido la paciencia y por el mal ejemplo que ha dado al reprender a la mujer que le hizo la envolvente, pero su gesto de cabreo quedará ahí para siempre como justificación de cualquier ataque de ira o incluso día de furia completo que nos puede dar a cualquiera en cualquier momento.

Partiendo de la base de que Dios habrá perdonado al Papa, pues tiene línea directa con Él, con mayor seguridad perdonará nuestras rabietas o salidas de tono, siendo como somos humildes pecadores y viviendo tiempos convulsos que se prodigan en motivos para sacarnos a todos de nuestras casillas. Promete ocasiones para ello el inminente debate de investidura de Pedro Sánchez que –ahora ya con certeza- se materializará en la constitución de un nuevo Gobierno para España. 

No pocos perderán la paciencia enseguida, con o sin manotazo. O tiramos de refrán: “Cuando fuiste martillo no tuviste clemencia, ahora que eres yunque, ten paciencia”; O seguimos el ejemplo del Papa Bergoglio y luego nos arrepentimos. Aunque seguramente los españoles tengamos, por lo que a esta política deficiente se refiere, descontada la penitencia. 

Te puede interesar