Los tres ayuntamientos

Hace apenas 120 años Vigo se acababa en Guixar y en Urzaiz, Bouzas tenía un ayuntamiento propio y Teis y O Calvario formaban parte de otro con capital en Lavadores, hoy una parroquia en pleno desarrollo urbanístico. Poco más de un siglo, muy poco para la historia local, pero mucho para Vigo por su trascendencia: fue en el siglo XX cuando dio el gran salto para convertirse en una ciudad. 

El primer paso fue en 1904, cuando se hizo efectiva la unión de Vigo con Bouzas, que aportó la flota pesquera y todas las playas, además de Coia. En 1941 llegó la anexión de Lavadores, aprobada por su corporación por unanimidad, aunque sin duda forzada tras la Guerra Civil.

Aunque era un hecho natural que Teis y O Calvario ya formaban parte de Vigo, hoy un acuerdo así resultaría por completo imposible. ¿Quién saldría ganando de rechazar la fusión? Creo que nadie: sin la unión manu militari Vigo sería una ciudad mucho más pequeña y sin apenas costa salvo en el tramo urbano entre Areal y la calle Coruña, quizá con una playa cerca del Berbés y por tanto sin la gran lonja. En un municipio así sería impensable conseguir servicios provinciales, autopistas, un aeropuerto o un tren de alta velocidad. Tampoco una universidad propia y otras dotaciones. Aunque Vigo ya era una ciudad pujante hace cien años, nada de todo eso habría sido posible si todavía existieran Bouzas, Lavadores y Vigo como tres entes municipales independientes, cada uno de ellos con sus propios intereses, probablemente contrarios en ocasiones.

Se puede constatar lo que sería ese Vigo en el actual Ferrol, que pese a estar unido a Narón y Fene, no ha conseguido conformar un único municipio, que tendría 120.000 habitantes y sería el tercero de Galicia. En su lugar, Ferrol cuenta hoy con poco más de 60.000 vecinos, muchos de los cuales en el pasado reciente se mudaron a la vecina Narón, en una suma cero estéril para ambos ayuntamientos. Y para sus ciudadanos.