Opinión

Fin de los buenos deseos

Esta semana de los Reyes Magos es prórroga obligada de los buenos pensamientos antes de la vorágine que traerá 2024, y quien sabe si cabalgando sobre los camellos veremos a tres mujeres empoderadas. Tras la muerte de Isabel II la única reina europea es Margarita de Dinamarca y en el discurso de fin de año anunció que se jubila, pensando en acallar el escándalo de su primogénito con la ex mujer de Cayetano Martínez de Irujo. El 14 de enero Federico de Dinamarca recibe el oro, el incienso y la mirra y pone en primer plano a cinco princesas destinadas a subir al trono, entre ellas, Leonor, princesa de Asturias. Cabalgamos con el frío que llega y recordándonos que el invierno sigue con personalidad propia y llevando la contraria al calor fuera de lugar. Bajan las temperaturas y suben las llamadas a las urnas: Galicia Rueda, el País Vasco deshoja margarita PNV-EH BILDU y por Europa sigue corriendo un fantasma que asusta a los que dominan con tiranía. El comunista alemán Carlos Marx en 1848, hablaba de ese fantasma europeo desde la visión de ¨El manifiesto comunista¨; reconociendo a una fuerza política en Europa y exponiendo sus ideas y objetivos. Hoy, los estados comunistas existentes en el mundo son China, Cuba, Laos, Corea del Norte y Vietnam. Y el progreso de estos países no demuestra el éxito de tal ideario, hasta estos estados comunistas confiesan estar en el camino de lograrlo, y así se pasan las legislaturas diciendo trabajar para establecerlo, viviendo sus dirigentes en lo contrario de lo que pregonan. En 1848 las fronteras no eran ningún límite para la injusticia en todos sus ámbitos. Hoy tampoco lo son y los poderosos practican este debate entre países y naciones. No hay más que mirar a Ucrania y a Rusia. Y siempre está la fuerza armamentística de Estados Unidos y los conflictos armados a gran escala en Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria y Siria e Israel.
En política es imprescindible un enemigo que fortalezca lo que se defiende, y, sino que se lo digan a la presidenta Ayuso, al presidente Sánchez o al presidente ucraniano Zelenski. Tener un enemigo ayuda a definir, moviliza a un grupo y permite la identificación. Y los Reyes Magos representan mucho de eso. Según el Evangelio de Mateo, los magos llegaron a Jerusalén desde el oriente. Su búsqueda del niño preocupó al rey Herodes, por perder su poder ante un nuevo rey. Convocó a los principales sacerdotes y escribas para que le informaran sobre el lugar exacto donde debía nacer el Mesías. Herodes, en un acto malicioso, pidió a los magos que le informaran sobre el paradero del niño planeando darle muerte. Ellos regresaron a sus países por otro camino porque vieron a un enemigo en la figura de Herodes. 
A los Reyes Magos se les ha pedido de todo. En la dimensión personal e intransferible se incluyen los sueños sin palabras, sin compartir y con ojos cerrados. Otra cosa es la petición económica, el acto alejado de la bondad y de la generosidad para regalar. Esto enseña la importancia de dar y ser agradecidos, y de ser personas indulgentes con los demás. Los Reyes que cabalgan en camello tienen imagen de intelectuales y guías del bien común sin involucrarse en políticas que impiden ver las estrellas.  Además de su significado religioso, la Epifanía también se considera el final de la temporada navideña y marca cuando se retiran los adornos y se terminan de celebrar las festividades relacionadas con los buenos deseos.

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