Misioneros de la Yihad

Aprovechando del Estado del Bienestar de las democracias los islamistas radicales convencen a sus seguidores de la superioridad de sus creencias porque, aparte de ir al Paraíso si mueren en la yihad, pueden vivir sin trabajar, obtener viviendas, todo tipo de servicios gratis, y hasta varias mujeres para ellos solos.

Un caso paradigmático es el del británico Anjem Choudary, fundador de Islam4UK, importante organización que, aunque ilegal, sigue viva y crece entre jóvenes musulmanes a los que les pide que no trabajen, que obtengan subsidios de desempleo y que se preparen para la guerra santa al servicio del DAESH y su Califato.

Sin miedo alguno a la ley proclama públicamente: "Nosotros tomamos la yizia, que es nuestro derecho al impuesto religioso sobre los no musulmanes. Los dhimmis (infieles), deben trabajar para pagarnos las subvenciones y demás obligaciones legales. Obedecen la ley de Alá sin saberlo. Alá es grande. Tomemos el dinero para la yihad".

Acusado por última vez el pasado verano de colaborar con el terrorismo, está en libertad para ser juzgado…, el 1 de noviembre de 2016.

No hay predicación religiosa o laica más eficaz. Dinero sin trabajar, pago de poligamia con mujeres: hay polígamos piadosos que viven como ricos cobrando por sus mujeres e hijos. Hay uno con una veintena de niños.

Ocurre en la Gran Bretaña, pero en mayor o menor grado, aunque sea con leyes menos generosas, en la mayor parte de la Europa comunitaria.

Donde un inmigrante legalmente asesorado puede vivir sin trabajar junto con su familia, además creciente, con la llegada de familiares allegados y allegados de los allegados.

El infiel debe pagar. Es la ley de Alá. Y para muchos jóvenes es muy difícil escapar de esta idea misionera tan simple y satisfactoria