Opinión

Adiós Trump, hola Biden

Pues, dilecta leyente, en el país más poderoso del mundo, tuvieron, hasta fechas recientes, a un excéntrico presidente, que además rompía con el tópico de que se puede empezar de vendedor de periódicos para llegara a la más alta magistratura. Éste ya nació millonario. Se presentó como el salvador de la clase media y los otros lo consideraron “uno de los nuestros”.

Aquí sería, no como si se hubiera presentado el difunto Gil y Gil, como sostiene algún tertuliano, sino Borja Thyssen (salvando que uno es hiperactivo y el otro parece amustiado), parido con su fortuna en cuadros bajo el brazo, su evasión de impuestos y en “su casa con Blanca”. Lo que pasa es que Trump no lo cogieron defraudando al erario público, aunque presume de ello y se la refanfinflaban, y a Borjita lo han cogido con el carrito de los helados,  y eso lo descartaría, pues los yanquis quieren triunfadores a los que la poli nunca haya trincado, sea cual fuere el origen de su fortuna, pues ello demuestra que son tíos listos con los que aspira a identificarse y no con tipos mediocres que no les aportan el sueño americano.

Lo inquietante ha sido su admiración por Putin. Un líder siniestro, que quería como compañero de viaje, rompiendo todos los esquemas de la política occidental y que pudo poner el mundo patas arriba.

A la vista de la irrupción en la campaña de tantos actores y cantantes a favor de su contrincante, la señora Clinton, uno se preguntaba por quién se habría inclinado Sinatra, que casi siempre acertaba, con el apoyo de sus amigos de la mafia. Su más encarnizado detractor parece que fue Robert de Niro, pero tampoco este tipo es quien para calificar de machista a Trump, cuando él mismo ha sido detenido “in illo tempore” en Francia por la Brigada de Represión del Proxenetismo en un turbio asunto. 
A pesar de todo, el pueblo americano lo eligió, en su momento,  “y el pueblo nunca se equivoca”.  Esa es la grandeza y la miseria de la democracia, que sigue siendo el menos malo de los sistemas. Algo que El Coletas no lo ha entendido, por eso criticó a Rajoy por felicitar, como los demás jefes de gobierno, al vencedor, Y por eso tampoco supo digerir el triunfo de Isabel Ayuso, que lo lanzó al averno político, pero conservando un sueldo de los que denostaba como “casta” (cuando vivía en un tugurio de Vallecas),  un chalet de burgués de clase alta y una chequera de indiano. ¡Eso sí que es progresismo!

A mí el cambio que han ido experimentado los distintos medios respecto a Trump, me recuerdan a un periódico parisino cuando Napoleón abandonó la isla de Elba donde lo tenían recluido y se dirigía a recuperar su poder: “El sanguinario ogro ha abandonado su guarida. ”El bandido de Córcega está en Francia”. “Bonaparte se encamina hacia París”. “Napoleón prosigue su avance triunfal”. “Mañana hará su entrada en París el emperador de los franceses”. “Su majestad real e imperial ha llegado a la capital de sus Estados”.

Ahora llega un vejestorio, que parece ser lo contrario de su antecesor y que muestra tener la misma simpatía por Pedro Sánchez que el ínclito Donald, y es que a los yanquis no les gustan las veleidades socialcomunistas que solo sirven para enriquecer a sus dirigentes a costa de un pueblo previamente amuermado. ¿Verdad Coletas?
A lo que hay que añadir las continuas  ofensas, como no levantarse al paso de la bandera estadounidense y sus amoríos con el inefable Nicolás Maduro, así como su ambigüedad sobre las bases americanas por parte un gobierno calificado de Frankenstein, (poco fiable), y sostenido por arrogantes sátrapas y herrumbrosos pistoleros, que buscan desventrar el país.

Será por eso que Biden prefiere como socio al rey alaouita y lo está armando hasta los dientes.

Como exclamaría Charlie Rivel: ¡Uuuuh!

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