El Caribe europeo

Dos influyentes medios, el histórico diario “The Times” y el canal de televisión francés TF-1, coincidieron al publicar casi al mismo tiempo reportajes sobre las Cíes y en calificar a las islas de “Caribe europeo”, una marca realmente espectacular para dar a conocer el archipiélago más allá de la península. Hay que decir que los dos medios cuidaron y mucho el contenido. Por ahí bien, pero el “Caribe europeo” podría confundir, como cuando otro periódico británico, “The Guardian”, designó a Rodas como la mejor playa del mundo. Una magnífica publicidad, pero con el peligro de que sea equívoca. Cíes no es una playa, sino un parque nacional, que es mucho más. De hecho, resulta muy recomendable realizar una visita fuera de la temporada regular, a partir del 15 de septiembre, cuando el número de viajeros es muy reducido, menos de 400 personas, y Rodas está vacía y se puede observar como lo que es, una barra de arena que une las dos islas principales y forma una laguna que da la imagen de atolón. Las aguas siguen siendo azules e igual de frías, nada que ver con las Antillas. Conseguir que Cíes dejara de ser visto solo como una isla con una playa costó mucho trabajo a base de insistir en la protección del entorno y que se trata de un refugio de aves que cuenta con un entorno marítimo espectacular, un archipiélago por donde han pasado romanos, castreños y piratas, y que durante un tipo incluso acogió un grupo de colonos que levantaron sus propias casas. Dentro de unos días se iniciarán las excavaciones para tratar de sacar a la luz el castro del Faro, que puede convertirse en un nuevo atractivo para el Parque Nacional. Los trabajos plantean consolidar el yacimiento y si es posible, musealizarlo. Hay esperanzas en el resultado. Otra campaña plantea excavar cerca del convento, donde habría restos romanos. Según una historia no del todo confirmada, el propio Cayo Julio César pasó por las Cíes persiguiendo una tribu lusitana y acampó en Rodas. El primer turista.