Fernando Ramos
La manipulación política de la denuncia contra Suárez
No creo que nadie dude que ni Chaves niGriñán se hubieran beneficiado personalmente de los 680 millones de euros (la cantidad real ni se sabe) del desvergonzado desfalco que supuso el caso de los EREs de Andalucía; pero eso no supone que ni uno ni otro puedan eludir su responsabilidad política y moral por su posición en la cúpula de una estructura sin control que permitió que se produjeran los hechos conocidos. Por ello resulta poco decoroso que, como es ya costumbre, para disculparlos, los habituales turiferarios del partido socialista en la etapa Sánchez, rebusquen en todos los casos parecidos de la derecha, donde e sí que los sinvergüenzas llenaron la bolsa a espuertas, obviando las propias miserias del partido que ahora dirige Sánchez, como si su propia historia reciente fuera ejemplar e impoluta y sólo fuera corrupto el PP, de modo generalizado. Una de las imprecisiones que merece ser anotada es la afirmación que este partido es el único que se financió ilegalmente y que fue condenado por ello, porque el lodo llegó –claro que llegó- a su cumbre y a los propios despachos de su sede. Por eso conviene ver qué pasaba aquí y que pasó, hasta que se tipificó penalmente la financiación ilegal transformando en delito lo que antes fuera sólo una infracción administrativa. Recapitulemos.
El primero de julio de 2015, entró en vigor la Ley Orgánica 1/2015, que modificaba el Código Penal, incluyendo un nuevo delito: el de financiación ilegal de los partidos políticos. Los sucesivos escándalos en ese terreno obligaron a establecer esta figura delictiva para reprimir conductas que, hasta entonces era objeto de meras sanciones administrativas previstas en la Ley 8/2007 de Financiación de los Partidos Políticos. Este nuevo delito de financiación ilegal de los partidos políticos se encuentra recogido aparece en el artículo 304.ter del Código Penal. Se dice que el PP es el primer partido condenado por financiación ilegal. ¿Y qué pasó antes? A los desmemoriados convendría recordarles ahora otros casos que olvidan. Veamos: Caso Flick: primera trama española de un caso de financiación irregular y evasión de impuestos en la RFA, por parte del multimillonario ultraderechista Friedrich Karl Flick. La Fundación de su nombre, próxima al SPD, destinó donaciones de millón de marcos para financiar al PSOE. ¿y el caso Filesa?: financiación ilegal del PSOE a través de las empresas tapadera Filesa, Malesa y Time-Export, que entre 1988 y 1990 cobraron importantes elevadas dinero en concepto de estudios de asesoramiento para destacados bancos y empresas de primera línea que nunca llegaron a realizarse. El caso llegó al Tribunal Supremo en 1997, un año y medio después de que José María Aznar se convirtiera en presidente del Gobierno. Ocho personas fueron condenadas por esta trama ilegal. El senador socialista Josep María Sala fue condenado por dos delitos, uno de asociación ilícita y otro de falsedad en documento mercantil a tres años de prisión, un par de multas por 350.000 pesetas, y seis años y un día de inhabilitación especial para ejercer cargo público. Los tres implicados que recibieron la mayor condena fueron Carlos Navarro, Alberto Flores y Luis Oliveró. Navarro, ex diputado del PSOE, fue condenado a 11 años de prisión por dos delitos de falsedad continuada en documento mercantil, uno de asociación ilícita y otro fiscal. Alberto Flores y Luis Oliveró obtuvieron la misma condena: diez años de cárcel por los mismos delitos cometidos por Carlos Navarro. Estos tres, además, fueron condenados a pagar una multa, conjuntamente, de casi 260 millones de pesetas. Se declararon insolventes y el Estado asumió, solidariamente, el pago de la multa por la cuota fiscal defraudada. El 1 de diciembre de 2000 el Gobierno de Aznar otorgó el indulto a Carlos Navarro, Alberto Flores y Luis Oliveró, y quedaron en libertad. ¿Por qué Sánchez y otros que ahora hablan y acusan sólo a la derecha de corruptos se olvidan de su propia historia?
En cuanto a los EREs, aparte del detalle de que parte de los fondos robados se gastaron en putas y en cocaína, conviene recordar un hecho insólito: No sólo no se ha recuperado lo robado, sino que el PSOE, al conocer la primera sentencia, anunciara que se iba a recuperar hasta el último euro de lo defraudado a lo largo de aquella década de descontrol. La entonces consejera andaluza de Hacienda, hoy ministra, María Jesús Montero, se justificó diciendo que había muchas trabas para recuperar el dinero defraudado y que las cantidades recuperadas eran pequeñas. ¡Pequeñas! Y hay un aspecto casi cómico: El pago de las minutas de los abogados de los ex altos cargos, a lo que obliga la ley. Los ex consejeros, como Gaspar Zarrías o Magdalena Álvarez, presentaron las minutas de sus abogados para que la Junta las abonase, cuestión a la espera de la sentencia del Supremo.
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